Apenas han pasado 24 horas de la reapertura al público, tras cinco meses cerrada, de la piscina de La Magdalena y la instalación se ha vuelto a convertir en arma arrojadiza entre la Corriente Sindical de Izquierda (CSI) y el Ayuntamiento, el titular del recinto. La central sindical hizo pública ayer por la mañana una denuncia en la que detalla varias anomalías, irregularidades y problemas ocurridos el jueves en la piscina, coincidiendo con la reanudación de las actividades en la misma tras un parón de tres meses por vacaciones y dos más por obras de acondicionamiento.

Desde la CSI vinculan los problemas detectados con posibles riesgos sanitarios, pues algunas de las anomalías observadas tuvieron que ver con "el sospechoso color verduzco del agua de baño" y la presencia en un momento dado de "niebla en el recinto que hizo irrespirable el aire y obligó a evacuar temporalmente la piscina", siempre según la versión del portavoz de la CSI, Manuel Horta.

El Ayuntamiento de Avilés, responsable en última instancia de la seguridad en la instalación, reaccionó a los pocas horas de conocer la denuncia de la CSI con una nota de prensa en la que los responsables de la Fundación Deportiva Municipal precisan que la piscina de la Magdalena "cumple todos los niveles establecidos en la normativa" y, en general, encuentran explicaciones plausibles para las anomalías observadas por la CSI, cuyos riesgos sanitarios, por otra parte, minimizan. Durante la jornada de ayer no se registraron nuevos incidentes y la normalidad fue la tónica dominante.

Una de las observaciones de la CSI tiene que ver con la temperatura del agua, "más fría de lo legalmente establecido". El Ayuntamiento admite este hecho (menos de 27 grados) y aclara que por eso se decidió posponer el inicio de la campaña escolar hasta la jornada de ayer en espera de poder conseguir llegar a esa temperatura. El sindicato reseñó la presencia de "niebla" en el interior del recinto a las 12.35 horas del jueves y el Ayuntamiento la explica por la sobrepresión que sufrió una válvula en la sala de la deshumectadora y el desprendimiento "durante unos segundos de gas inerte y no tóxico". Este hecho fue lo que motivó el desalojo cautelar la piscina -"que sólo duró cinco minutos", según la versión- por indicación del socorrista. Sobre el "color verduzco del agua" y los mareos y arcadas que según la CSI sufrieron varias usuarias del primer cursillo de la mañana al salir del baño la Fundación Deportiva Municipal no hizo ninguna aclaración ni da explicaciones, salvo reiterar que la instalación "cumple todos los niveles establecidos en la normativa" y apuntar que "el servicio de Prevención efectuó el control de los valores de cloro en agua y aire a las 9.00 horas del jueves y todos estaban en orden".