La acería de Avilés (LD-A) de la compañía Arcelor-Mittal parará de producir parcialmente entre los próximos días 8 y 18 de diciembre. El corazón de la gran siderúrgica asturiana acostumbra a suspender sus operaciones durante algunos días todos los meses de diciembre. Lo novedoso del próximo paréntesis es que, según ha sabido este periódico, la compañía prevé aprovechar este período de tiempo para iniciar de manera efectiva las obras de ampliación de la instalación, uno de los proyectos más anhelados tanto por parte de la dirección como por parte de la plantilla.
La multinacional pretende parar una de las dos líneas de colada -la que siga funcionando, lógicamente, continuará produciendo- con el fin de realizar una serie de adaptaciones de carácter energético. Este es el primer paso para unas obras destinadas a elevar la vida productiva de la LD-A cuatro décadas más. La inversión prevista general es de 100 millones de euros. Y lo previsto es que estén finalizadas en noviembre de 2016.
La inversión en la acería de Avilés es uno de los proyectos más añorados. A lo largo del año, la compañía ha desarrollado los planes de ingeniería para la instalación fabril -una de las principales de las dos fábricas que tiene en Asturias-. Esta labor previa no había pasado del papel. Pero, ahora, la dirección de la multinacional en la región aprovechará la parada programada de este año para realizar las adaptaciones previas para la obra mayor que, si todo sale según lo previsto, debería estar lista el próximo otoño. Estas adaptaciones previstas son de carácter energético, sobremanera, gas.
La pretensión de la compañía, según fuentes consultadas, es que la empresa no apague -ni deje en "stand by"- ninguno de los dos hornos altos con los que cuenta en Asturias el próximo año 2016. Esta eventualidad abocaría a las fábricas del grupo de Lakhsmi Mittal en el Principado a funcionar a medio gas, situación que la compañía no quiere plantearse en este momento en que levanta el vuelo. Para evitar esta posibilidad, el plan de obras se desarrollará a lo largo del año de manera escalonada. La multinacional no ha elaborado el calendario definitivo porque se enfrenta a la singularidad de que ha reactivado el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para los de jornada normal viernes y lunes. Este ERE está actualizado hasta finales del próximo año.
Por el momento, los negociadores de los grandes sindicatos se reúnen todos los miércoles para diseñar el acuerdo marco que sirva como cimientos de los distintos convenios de cada planta. Según ha sabido este periódico, las conversaciones se desarrollan en un gran ambiente, por el momento y, por el momento, no se ha puesto sobre la mesa el concepto de "variabilidad" (la compañía recortaba un 8,5 por ciento de los salarios -alrededor de 200 euros mensuales- que pretendía devolver tras haberse cumplido una serie de objetivos). La "variabilidad" es el punto en el que se puede provocar un enfrentamiento entre la parte social y la empresa.
La reunión de ayer por la mañana tuvo como principal punto de discusión la renovación del plan de igualdad en la compañía. Tanto la empresa como los sindicatos manifestaron su disponibilidad a renovar este acuerdo, que se había incorporado en el pasado acuerdo marco. La sensación de las dos partes es que, en este punto, no existe fricción: la empresa paga en función del puesto, no en función del sexo del trabajador, reconocieron en medios sindicales.
El nuevo plan de igualdad de la compañía siderúrgica conlleva la creación de una comisión que se encargará de adaptar las nuevas leyes de igualdad a la realidad de la compañía. Entre otros puntos, este órgano discutirá los protocolos de acoso o de violencia machista.
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