Sergio Jorquera es un tipo tranquilo, introvertido y desde el pasado año se ha convertido musicalmente en "Jorquëra", con diéresis. Ese giro "nórdico" no ha afectado a su música intimista en la que relata historias y cuentos que surgen de una "idea brillante" y también de meses de "rucar y rucar". A finales de 2014, grabó "El alma de la siesta", un disco de siete temas tranquilos en los que relata situaciones cotidianas, habla de un barrio que podría ser el suyo, Raíces, y dedica una pieza al Texu de Bermiego, entre otras. Desde hace meses ha empezado a cocinar el que será su próximo trabajo, aún sin título, para el que ya tiene listos tres temas. "Con los años me vuelvo más exigente", afirma el cantautor mientras toma un café en su local de ensayo, un garaje adaptado en la calle Francisco Pizarro de Raíces Nuevo.
El también guitarrista comenzó su andadura musical en 2003. Se subió por primera vez a un escenario con "Denegra", un dúo con Jorge Martínez. Tras varios años en la escena avilesina, ambos músicos dividieron sus carreras y montaron proyectos paralelos. Primero, Sergio Jorquera formó "Perrotuerto" en solitario y pronto se le unió el guitarrista David Conde, "Chudo". Ambos graban su primer trabajo homónimo en 2008, también con temas de corte "íntimo y minimalista".
Tiempo después, "Perrotuerto" sufre una nueva mutación y pasa de ser un dúo a un quinteto con Guillermo Díaz al bajo, Guillermo Fernández a los teclados y Nacho Fernández a la batería. El sonido "perruno" sigue manteniendo el carácter intimista de Sergio Jorquera aunque con más cuerpo. En ese momento, la banda pisa de nuevo los estudios para grabar en 2011 su segundo trabajo, "Planeta monocular".
Tras años de ruta, "Perrotuerto" deja de ladrar y Jorquera comienza a tejer su nuevo proyecto en solitario, "Jorquëra". A finales de 2014, remata su primer disco bajo la supervisión de Guillermo Fernández y mezclado y masterizado por Sergio Rodríguez en los estudios "Tutu" de Los Campos. El cantautor tranquilo bebe del sonido inconfundible de Leonard Cohen, también de Guy Clark y, en cierta manera, de ese Carlos Cano "desconocido", el de canciones que hablan de temas sociales ajenos al mundo de la copla. Sergio Jorquera tiene un sueño muy sencillo de cumplir: tocar, cantar y vivir sin lujos. Y en eso anda. Lo más inmediato es un concierto en el bar Ave Fénix mañana a la hora del vermú, sobre las 13.30 horas. Actuará solo pese a que últimamente toca con Guillermo Fernández. "Quiero tocar más y no me dejan, parece que los locales solo quieren versiones y que sean grupos de rock", se lamenta el cantautor que tras más de diez años de carrera por los escenarios sigue manteniendo ese espíritu intimista. Eso sí, cuando está en concierto puede sufrir algún arrebato y soltar algún que otro grito, pero estén tranquilos, sigue siendo Sergio Jorquëra, o "Jorquëra", el cantautor tranquilo.
