El concejo de Corvera se perfila como el único de la comarca que puede dar respuesta a medio plazo al problema de la escasez de suelo industrial en Avilés y su área de influencia. Con un millón de metros cuadrados de terreno calificado para actividades empresariales en el Plan Urbano, el único obstáculo para materializar ese objetivo es que se trata de zonas aún sin urbanizar y, por tanto, los empresarios que muestren interés en asentarse en Corvera deben afrontar, antes que nada, unos gastos que, por término medio, suponen una repercusión de entre 30 y 33 euros por metro cuadrado; a eso hay que añadir el precio base del suelo y la posterior inversión para levantar naves.
El suelo industrial corverano se ubica en Rovés-Silvota (600.000 metros cuadrados que una vez urbanizados se traducirán en 330.000 metros cuadrados útiles para naves), Montegranda, Cancienes y Truyés, este último emplazamiento de propiedad municipal y con una superficie de 100.000 metros cuadrados pensada para industria de tamaño medio.
Todos esos polígonos tienen pendiente la inversión para su urbanización, lo que según el Alcalde, Iván Fernández, "genera reticencias de los empresarios, que prefieren ubicarse en lugares donde las parcelas ya están listas para entrar y construir". No obstante, el regidor asegura que el Ayuntamiento está decidido a dar el máximo de facilidades, como demostró este mismo año cuando la Cooperativa Avilesina de Transportes eligió la zona de Silvota para instalar su futura base logística. "En Corvera aseguramos discreción y diligencia; suelo tenemos, que vengan y pregunten", anima el Alcalde.
