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La "Y" genera ruidos en Trasona que superan en un 45 por ciento el nivel nocivo para la salud

El Ayuntamiento recaba jurisprudencia y testimonios vecinales para argumentar mejor la demanda que pondrá a Fomento

Hernando del Pozo, con un sonómetro, junto a la iglesia de Trasona. IRMA COLLÍN

Los ruidos que genera la autopista "Y" traen de cabeza a los vecinos de Trasona y también al Ayuntamiento. Después de años de papeleos, trámites y cartas enviadas al Ministerio de Fomento para que busque una solución a la contaminación acústica, el problema persiste en el tiempo. De ahí que tanto los principales afectados como los grupos políticos hayan decidido unir sus fuerzas para presentar una demanda por vía penal contra el Ministerio por dejación de sus funciones. Y más aún teniendo en cuenta que el Estado reconoce que Trasona es una zona de prioridad alta en el mapa estratégico de ruidos.

La demanda se divide en cuatro grandes bloques: los resultados de un estudio de medición de ruidos que realizada actualmente la empresa Acusmed, el aporte de jurisprudencia europea y española, un informe realizado en 2014 por la Policía Local y los testimonios de vecinos afectados. "Será un proceso judicial largo. Ya hemos incorporado una partida de 5.000 euros en el presupuesto para afrontar el primer pago de la demanda, que calculamos que costará entre 15.000 y 20.000 euros", detalla el Alcalde, Iván Fernández.

La empresa Acusmed comenzó hace algo más de una semana con sus mediciones acústicas a ambos márgenes de la carretera estatal. El estudio se realiza en trece puntos de la parroquia de Trasona durante la mañana, la tarde y la noche. Todo ello, estableciendo una diferencia entre días laborales y festivos hasta cubrir las 208 tomas necesarias para dibujar un concienzudo mapa sonoro con el fin de analizar el impacto causado por el estruendo provocado por el paso de los vehículos. Hasta el momento, la firma contratada por el Ayuntamiento ha llegado a captar más de 80 decibelios en diversos puntos de la parroquia, una medida perjudicial para la salud teniendo en cuenta que un nivel de ruidos superior a 55 decibelios es nocivo, según los técnicos medioambientales. Esos 80 decibelios suponen una superación del 45 por ciento del umbral de ruido a partir del cual puede haber riesgos para la salud.

En diciembre de 2014, la Policía Local elaboró un detallado informe de catorce páginas con sus mediciones de ruidos. Los agentes analizaron el impacto acústico en seis puntos de la parroquia, siete menos que los que realizará la empresa: Favila, Fafilán, El Cueto, San Pelayo y dos en La Marzaniella. En todos ellos, el nivel de ruido supera los 72 decibelios en sus valores máximos y los 45 decibelios como valor mínimo. Cabe destacar que los mínimos fueron tomados poco después de la medianoche del pasado viernes 7 de noviembre de 2014, una hora con apenas tráfico en este transitado vial que une las tres principales ciudades asturianas. Sin embargo, las cantidades máximas, que llegaron a alcanzar los 87,9 decibelios, se detectaron en el barrio de San Pelayo entre las 12.40 y las 12.46 horas del pasado 13 de noviembre de 2014. Los agentes de la Policía Local realizaron mediciones durante cuatro días en cada uno de los seis puntos. Cada una de las tomas se realizó durante tres minutos.

Otra de las tareas que tiene pendiente realizar el Ayuntamiento para que la demanda contra Fomento gane más peso es la búsqueda de documentación, de jurisprudencia europea, española y asturiana, si la hubiera, vinculada a la contaminación acústica. El Ayuntamiento aún tiene pendiente la contratación de los letrados que llevarán el caso.

El último punto de la demanda, y no por ello menos importante, será el vinculado con la salud de los afectados. Para ello, el Ayuntamiento quiere contar con vecinos de Trasona que han perdido audición en los últimos años como consecuencia de los ruidos.

La contaminación acústica afecta notablemente al sistema neurológico y puede derivar en problemas de insomnio y sordera paulatina a medio y largo plazo. "Ya estamos hablando con vecinos que están dispuestos a colaborar en la demanda aportando su historial médico", señala el Alcalde. Así las cosas, el Ayuntamiento confía en que la Justicia le de la razón para que los vecinos puedan vivir sin tanta exposición a los ruidos de la autopista tras la colocación de pantallas acústicas y la sustitución del pavimento de hormigón por un asfalto convencional.

"La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que la contaminación acústica es muy grave para la salud; es más, los niveles excesivos de ruidos están tipificados como delito", concluye el Alcalde.

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