Ya apartado de las tareas presidenciales que desarrolló de 1988 a 2000, al hombre que por primera vez llevó al Navarro C. F., el equipo de fútbol de Valliniello, a militar en Tercera División no le caían los anillos ahora por asumir tareas directivas de menor lucimiento en el Podes, el equipo filial de los blaugranas; al contrario, lo hacía de mil amores. Así era Miguel Ángel Fernández, todo corazón y bondad. Por ese buen talante y porque el Navarro C. F. le debe buena parte de lo que hoy es la entidad deportiva, la muerte del expresidente a los 61 años cayó como un jarro de agua fría en Valliniello, donde no hay palabras para aliviar la pena.

"La familia del Navarro se encuentra de luto, es un día triste: esta madrugada ha fallecido nuestro expresidente Miguel Ángel Fernández. Por esa razón, este fin de semana todos nuestros equipos guardarán un minuto de silencio y jugarán con brazaletes negros en su memoria. DEP" Este fue el comentario que subió ayer el club Navarro a su página de Facebook para dar cuenta de la muerte del expresidente y que de inmediato generó un reguero de pésames y condolencias. Días antes, por el mismo medio, le habían mandado muchos ánimos a Miguel Ángel Fernández, que luchaba contra una grave enfermedad: "Mucha fuerza 'presi', recuerda que el partido no termina hasta que el árbitro pita el final", le decían evocando la frase que él había repetido tantas veces como una letanía.

Miguel Ángel Fernández, que fue trabajador de Alcoa, continuó en el Navarro el trabajo que había iniciado el histórico presidente Rufo Quintana y transmitió su legado al actual rector de la institución, Juan Carlos García, quien ayer le recordaba con infinito cariño: "Era afable y bonachón, pero también un cabezón de cuidado; cuando se le metía algo entre ceja y ceja no paraba hasta conseguirlo. Quizás ahí estaba la clave de los muchos logros que consiguió. La vamos a añorar"

El cadáver del expresidente llegará a las cuatro de esta tarde a la iglesia de Valliniello para el funeral de cuerpo presente. Posteriormente será incinerado en el tanatorio de Avilés.