La multinacional estadounidense Alcoa transmitió ayer un mensaje tranquilizador tras las últimas protestas del comité de empresa de la planta avilesina, que teme que la compañía se esté preparando para la venta o el cierre. Una portavoz de la firma aseguró que la fábrica de San Balandrán sigue operando con su "actividad habitual" (lleva años produciendo al 65%) y cuenta con pedidos para 2016. La compañía argumenta, además, que los cambios introducidos en las cubas de electrolisis con "meramente técnicos" y los desvincula de las averías denunciadas por los trabajadores.

El comité alertó el viernes de que unos cambios técnicos en las series de electrolisis están generando daños en las cubas en las que se fabrica el aluminio, lo que a su juicio "puede mermar aún más la competitividad" de la planta, "abocándola al cierre"; una competitividad que ya está en entredicho por los elevados costes energéticos, por el bajísimo precio del metal y también por la entrada en España de producto extracomunitario.

Esos cambios técnicos comenzaron a aplicarse en la factoría a comienzos del año, la situación se agravó en verano y la alarma ha saltado en las últimas semanas por las reiteradas averías que se han ido sucediendo en las cubas en las que se fabrica el aluminio, según fuentes sindicales. "Las cubas tienen una vida útil de 3.000 días, casi diez años. Estamos viendo perforaciones en cubas que llevan funcionando sólo 1.600 días. En el puente de diciembre, por ejemplo, pararon dos y hubo una perforación. Cada una de esas cubas cuesta unos 120.000 euros", alertó un sindicalista,

Lo que denuncian los representantes de los trabajadores de Alcoa en Avilés es que esos cambios técnicos introducidos en electrolisis está acortando la vida útil de las cubas. De ahí su mensaje de alerta: "Entendemos que no es el momento adecuado de buscar nuevas formas de operar. A nuestro entender, podrían producirse daños irreparables en nuestras instalaciones que podrían mermar aún más nuestra competitividad, abocándonos al cierre".

Pero la multinacional quita hierro al asunto. "Los cambios no responden a ninguna estrategia. Están relacionados con la actividad normal de cualquier proceso de fabricación", explicaron fuentes de la propia compañía aluminera.

Los trabajadores también están cuestionando la "actitud comercial de Alcoa dentro de España". Sostienen que desde otras fábricas extracomunitarias del grupo (el gran complejo industrial saudí de Ma'aden, en concreto) se está surtiendo a clientes habituales de Alcoa España y "lastrando" también así "el difícil futuro de las fábricas españolas". Fuentes consultadas aseveran que "Alcoa Inespal S. A. está gestionando directamente todas las ventas de Ma'aden en Europa". El complejo saudí es colosal. Tiene capacidad para producir al año 22 veces más cantidad de aluminio primario que Avilés y La Coruña juntas.

Desde la compañía estadounidense aseveran, en cambio, que "Alcoa no vende producto de Ma'aden en la península Ibérica". "La fábrica es una joint venture (alianza empresarial), 75% saudí y 25% de Alcoa, que vende el equivalente al 25% de la producción. El otro 75% lo vende la planta saudí sin control de Alcoa. No obstante, todo el producto que sale de Ma'aden lleva la pegatina con los dos logos", explicó la misma portavoz de la multinacional aluminera.