El tiempo vuela y parece que fue ayer cuando Carlos Osoro tomaba posesión en Madrid, claro que mi mayor tristeza, y que todavía hoy me cuesta trabajo superar, fue cuando se marchó de Asturias para Valencia en el año 2009, tierra que cuando voy de visita me acogen con todo el cariño del mundo. Gracias.

Yo esperaba el milagro que me dijo don Carlos, pero no llegó, ya en la catedral valenciana con toda la prensa una periodista de la TPA asturiana se acercó a mi y cómo me vería que me dijo, Villoldo ahora ya es Arzobispo de Valencia. Este gran arzobispo que tanto quiero y van trece años siguiendo sus pasos es la élite del arzobispado español. Es lamentable que haya gente y sacerdotes que critiquen todavía a Carlos Osoro en Asturias con todo lo que hizo humana y eclesiásticamente en todas las iglesias, y el cariño que tenía y tiene en Covadonga, cuna por excelencia para este gran arzobispo que siempre dijo que este Santuario era el mejor de Europa.

Y después de todo esto ¿qué nos queda de don Carlos? Para mí me quedó todo, lo veo como si estuviese aquí, porque es el mejor, para otros sé que no queda nada, porque pasan de todo. Lo lamentable son esos sacerdotes impresentables que no tienen ni vergüenza y critican a don Carlos en los lugares en que él estuvo, hasta el límite de que en Asturias llegó a pedir obediencia a algunos sacerdotes saliendo en toda la prensa, algo que fue de pena y dolor. También en Madrid algunos dejan mucho que desear, piensan que por estar en la capital tienen más categoría, no se dan cuenta que ante Dios son como si estuvieran en Cangas de Onís, Asturias, que fue la primera capital de España y no nos damos tanta importancia.

Un arzobispo no puede hacer una dedicatoria de rodillas en el suelo a las doce y media de la noche a las puertas de la Almudena, en Madrid. Es bochornoso. Eso sólo lo hacen con este buen arzobispo, con otros no se atreverían. A parte de otras críticas que le han hecho y que de momento me callo. Pero ese dicho 'de Madrid al cielo' es una tontería, la casa de Dios es de todos y la pagamos todos, y el que no sepa lo que esto significa que deje de ser sacerdote, porque es un zoquete.

Aunque algunas personas crean que tienen más categoría no tienen que subir un peldaño más en el altar, todos somos iguales ante los ojos de Dios y yo, como fotógrafo personal (honorífico) de Don Carlos, no quiero más privilegios que los demás, sólo quiero respeto y estar donde está el que más cerca esté de mi admirado Arzobispo.

Y acabo diciendo, que 'de Asturias al cielo' queda mejor que lo de Madrid, aunque sólo sea por la Santina de Covadonga. Somos más humildes, aunque no los mejores, hay otras provincias que llevan más ese honor. Gracias don Carlos por todo. Siempre a su lado. Nunca le olvidaré.