Los ministros europeos de Pesca deciden estos días el futuro del sector. Los responsables debaten desde ayer las cuotas pesqueras para el próximo año y empiezan a definir sus líneas rojas. La idea es llegar a un acuerdo hoy mismo. En ese sentido, la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, aseguró ayer que España peleará por obtener "las mejores posibilidades" para la flota nacional y que pedirá a Bruselas "más plazo" para lograr el rendimiento máximo sostenible (RMS), que son los índices de mortalidad por pesca a niveles que permitan la recuperación de las poblaciones.

En ese contexto, la titular española recordó que la Política Pesquera Común no dice que sea necesario alcanzar el RMS con carácter inmediato, sino que hay de plazo hasta 2020 y añadió que defenderá que se tengan también presentes "los intereses socioeconómicos de los pescadores españoles". La ministra precisó a su llegada a la reunión en Bruselas que las especies que más preocupan a España son la merluza, el rape y el gallo en aguas ibéricas. En el caso de la merluza sur, aseguró que España no aceptará el recorte del 60,5 por ciento en la cuota propuesta por la Comisión Europea (CE) y afirmó que tratará de reducir las bajadas del 19,2 por ciento en las capturas del rape y del 26,4 por ciento del gallo en las mismas aguas.

Las organizaciones ecologistas reclamaron ayer, con motivo del consejo de Pesca, unas cuotas "estrictas" para garantizar la recuperación de las poblaciones y recordaron que más del 40 por ciento de las especies en el Atlántico y el mar del Norte están afectadas por la sobrepesca. Por ello, solicitan que ajusten las capturas a la recomendación científica. Los ecologistas pidieron a la UE que el aumento de las cuotas previsto para compensar a los pescadores por el fin de los descartes pesqueros en 2016 para algunas especies demersales (como la merluza, el lenguado y la cigala), no sirva de excusa para "aumentar la mortalidad pesquera".