Una médica, un celador y una enfermera del turno de noche del servicio de Urgencias sufrieron el lunes una presunta agresión por parte de un paciente que acudió al Hospital San Agustín con una crisis de ansiedad y de un familiar de éste, que presuntamente se coló en el departamento donde estaban atendiendo al enfermo. Los profesionales recibieron "varios golpes por los que precisaron asistencia sanitaria". Uno de los trabajadores sufrió, además, una crisis nerviosa. Todo ocurrió pocos minutos después de las diez de la noche con el servicio a rebosar de pacientes que requerían atención urgente.

Ayer, la enfermera afectada, en contacto telefónico con LA NUEVA ESPAÑA, calificó los hechos de "inexplicables". "Entró el enfermo en una silla con el celador y vi que no estaba muy bien, así que dejé a un niño que estaba atendiendo y le coloqué la mascarilla", relata la profesional afectada. "De pronto, entró otro chico corriendo, un acompañante que accedió sin dificultad al área restringida a pacientes, pues no hay ningún tipo de filtro. Luego empezaron los golpes y empujones", añade. Y asegura desconocer qué pudo alterar de esta forma al paciente y a su familiar.

"El paciente llegó a Urgencias aproximadamente a las 22.20 horas y a las 22.25 horas, cinco minutos después, estaba colocándole la mascarilla. Por esta razón, considero que lo que pasó es inexplicable y solo se me ocurre que vinieran ya alterados de la calle", recalca. La enfermera, que recibió un golpe a la altura del pecho, confiesa aún emocionada: "Después de un suceso así se siente cansancio, rabia y, sobre todo, impotencia". Los profesionales sanitarios y no sanitarios trabajan estos días a contrarreloj dada la afluencia constante de pacientes en Urgencias.

Se da la circunstancia además de que desde hace días el área sanitaria avilesina carece de vigilantes de seguridad, tanto en el San Agustín como en los centros de salud y en el dispensario de metadona para toxicómanos. Los controladores están de baja laboral. A sus patologías, avaladas por los profesionales médicos, los vigilantes suman varios sueldos sin cobrar y un futuro negro.

Ante la bronca ocurrida en el servicio de Urgencias fueron los agentes de la Policía Nacional de Avilés quienes se desplazaron al Hospital San Agustín. Por la Comisaría, pasó también la enfermera, supuestamente una de las más afectadas junto al celador, que presentó la correspondiente denuncia. La profesional formuló también la declaración de agresiones y recibirá previsiblemente asesoramiento legal por parte del Servicio de Salud del Principado de Asturias.