"La decisión de Bruselas sólo beneficia a unos pocos barcos. A los demás, que ya tenemos poca cuota, nos quitan más. Como sigan así las cosas, casi que nos obligan a desguazar los barcos", sentenció ayer Fidel Álvarez Garaot, patrón mayor de la cofradía "Virgen de las Mareas" de Avilés. Las escasas posibilidades de pesca que permitirá Bruselas el próximo año serán aún peores para la flota asturiana si el Gobierno que preside Mariano Rajoy persiste en su idea de un reparto histórico de las especies, como la xarda.

Tampoco la consejera de Desarrollo Rural y Recursos Naturales del Principado, María Jesús Álvarez, está satisfecha con el acuerdo europeo. Todo lo contrario. Considera que es "perjudicial" para el sector pesquero asturiano ya que supone una pérdida de cuota para 2016 de más de 4.000 toneladas para la flota artesanal debido a la merma de cupo de especies como la merluza, el rape, el gallo y la bacaladilla.

Álvarez, que acudió a la reunión en Bruselas con la delegación española representando a las autonomías, señaló que los resultados generales de la negociación son "aceptables" si se tienen en cuenta las perspectivas de las que se partía, "pero perjudiciales para la flota artesanal": "Los descensos más importantes de las cuotas se han concentrado en aguas del Cantábrico y Noroeste, donde faenan las flotas de Asturias, Galicia, País Vasco y Cantabria".

El descenso del 21,5 por ciento de la merluza sur supondrá 1.900 toneladas menos para los arrastreros, volanteros, palangreros y pincheros asturianos; la reducción del 14 por ciento del rape, 350 toneladas menos para la flota regional, y el descenso del 7 por ciento de bacaladilla, 1.899 toneladas menos, que afecta fundamentalmente a la flota de arrastre. No obstante, Álvarez destacó que en 2016 la Unión Europea mantendrá el cupo de anchoa, abadejo, lenguado y rayas e incrementará en un 20 por ciento la pesca de merluza norte y jurel.

La Consejera criticó algunas de las oscilaciones que se producen de un año a otro, que achacó al objetivo de alcanzar el rendimiento máximo sostenible, consecuencia de la última reforma de la Política Pesquera Común: "Se podría retrasar hasta 2020 sin poner en riesgo los stocks".