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Rap con ritmo de La Magdalena

Pablo Zearra, "Zeta Cuarenta y Cinco", acaba de publicar su trabajo en solitario "Mi segunda piel", dedicado a su hijo de tres años y a su amigo fallecido Rafa Furniet

Pablo Zearra. IRMA COLLÍN

Hip hop con todas las letras y de La Magdalena. Pablo Zearra, cuando se sube al escenario, pierde su nombre y apellido. Eso sí, no olvida su origen de barrio y lo deja bien claro en su último trabajo, "Mi segunda piel", grabado en los estudios Bombocaja de Valliniello. "Zeta Cuarenta y Cinco", como se hace llamar este rapero de 29 años, tiene una misión: actuar allá donde pueda para dar a conocer su disco que acaba de salir del horno. Zearra lo llama "maqueta", pero las doce canciones de las que se compone más los dos bonus track no suenan precisamente a esas cintas grabadas de mediados de los años noventa.

Se inició en el rap por herencia familiar, aunque pronto comenzó a disfrutar de las bases y los versos por sí solo. Sus hermanos escuchaban "Public Enemy" y otros ahora clásicos del género y le comenzó a picar el gusanillo "hiphopero" cuando aún era poco más que un adolescente. "Si hablamos de rap en Avilés, hay que hablar de Dani Stylo ("Anarquía Positiva", entre otros), le debemos mucho", afirma con rotundidad este joven que cogió un micro por primera vez en 2002.

"Movi", otro mc avilesino, le animó a subirse a las tablas y grabar en un estudio de Versalles. Desde entonces, no ha parado. Confiesa que la escritura es una de sus pasiones. Cuando era un chaval, ganó algún que otro concurso literario. Sin embargo, lo suyo es la poesía, el verso y, últimamente, anota posibles ideas para futuras canciones en su teléfono móvil. Eso sí, sin olvidar las tardes en el parque de La Magdalena, que le siguen inspirando. Se define como un rapero más melódico que hardcore, aunque asume que tiene momentos para todo.

En 2004, "Zeta" se unió con "Pinki" y formaron "Paink and Zeta". Grabaron un maxi de tres temas y comenzaron una gira conjunta con "KMB", convirtiéndose en un referente del rap en Avilés durante la pasada década. Los versos de "Paink and Zeta" tienen su público y, en 2006, editan "Buenos días", una grabación que les llevará a realizar un "tour" por Asturias que finalizará en 2008.

Tras tocar en más de media región, "Zeta Cuarenta y Cinco" se implica en otro proyecto. Lo hace con "Klouz", "Bar" y el deejay "Nice". A partir de 2009, se hacen llamar "Negozios de familia" y graban otra maqueta, "Todo queda en casa". En 2012, Zearra cambia de nuevo y actúa como corista de "Mk Ultra" hasta que en 2014 se embarca en su proyecto más personal.

Zearra tiene un hijo de tres años, Lucca, a quien dedica "Mi segunda piel", producido por "Dvzn". En la contraportada, también recuerda a Rafa Furniet, un amigo que falleció en 2014.

Lleva más de una década en el mundillo del rap y sigue fiel a sus principios y a su inseparable gorra y ropa ancha. Y todo ello con versos cuidados con frescura que hablan de rebeldía, juventud y de La Magdalena.

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