La dirección de Saint-Gobain y los sindicatos se reúnen esta mañana para empezar a negociar el plan de ajustes que la multinacional aluminera quiere poner en marcha en la factoría avilesina en 2016. Como adelantó este periódico, la compañía francesa quiere recortar costes en la planta de La Maruca apelando a que "los resultados de explotación en Glass y Sekurit son negativos". La multinacional pretende meter la tijera tanto en la organización como en los salarios, según trasladó a los representantes de los trabajadores, pese a que a principios de este mismo año se negoció el convenio colectivo, que se cerró con congelación salarial en 2015 y con una subida del 0,5% en 2016.

Los recortes también afectan a la factoría catalana de Arbós, donde la dirección condiciona la reconstrucción del horno prevista para 2018 a los recortes que ahora quiere poner en marcha.

Saint-Gobain, que celebra este año su 350º. aniversario, ha decidido fusionar sus sedes española e italiana para crear una nueva, la del Mediterráneo. Esta transformación será efectiva a partir del próximo 1 de enero y a día de hoy los representantes de los trabajadores aseguran no disponer de información alguna sobre las posibles consecuencias de esta fusión.