La Escuela de Emprendedoras y Empresarias de Asturias, con sede en Avilés, celebró ayer su tercer cumpleaños haciendo balance de actividad. El centro, que abrió sus puertas en diciembre de 2012, ha facilitado la puesta en marcha de sesenta nuevas empresas, atendido 887 consultas y formado a más de 330 mujeres en su primer trienio de andadura. "Vimos nacer esta Escuela con gran ilusión y ahora es un proyecto consolidado. Se ha desarrollado un trabajo serio y riguroso de impulso y apoyo a la incorporación de la mujer al mercado laboral y a la promoción del talento femenino", aseveró ayer el consejero de Presidencia y Participación Ciudadana, Guillermo Martínez, en el marco de un desayuno de trabajo con motivo del tercer aniversario del centro.

Martínez subrayó el papel de la Escuela de Emprendedoras y Empresarias "en el fomento de la iniciativa emprendedora y en la formación de mujeres en competencias empresariales y habilidades directivas, en especial en el medio rural". Y es que la actividad de esto centro empresarial focalizado en las mujeres se extiende a toda la región. En estos tres años se han impartido 17 cursos en distintos concejos de los que se han beneficiado más de 330 mujeres, según el balance de actividad facilitado ayer, que refleja que una mujer constituye una empresa en Asturias cada tres semanas.

La Escuela de Empresarias, ubicada junto al Centro de Empleo Europa y próxima a La Curtidora, nació con el objetivo de promocionar el talento de las mujeres que de forma autónoma deciden liderar una idea empresarial y de apoyar a las que aspiran a convertir sus inquietudes innovadoras en un proyecto de futuro.

"Hay que defender este tipo de instrumentos, que algunos llaman chiringuito. Necesitamos espacios para hacer redes, porque los hombres las tienen y por eso triunfan; espacios donde reflexionar sobre nuestra realidad y donde superar los obstáculos", aseveró la alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín.

El centro dirigirá sus objetivos en los próximos años al mantenimiento de los programas ahora en marcha y a la diversificación de actividades, con nuevas competencias y materias formativas en dirección y liderazgo, la puesta en marcha de programas de consolidación empresarial y el apoyo a la creación de empresas de base tecnológica e industrial.