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El edificio ocupado por Correos en La Ferrería es de propiedad municipal, según el juez

La sentencia, que el Estado recurrirá, retrasa el traslado del servicio postal a un céntrico bajo del barrio de Sabugo

El edificio que ocupa Correos en la calle de La Ferrería. MARA VILLAMUZA

Correos del Estado litigia con el Ayuntamiento de Avilés con el objetivo de intentar demostrar que el edificio que ocupa en la calle La Ferrería es propiedad suya a todos los efectos, y no de cesión gratuita mientras se utilice para el servicio postal, tal y como interpreta el Consistorio. Una primera sentencia acaba de echar por tierra las aspiraciones de Correos; sin embargo la entidad estatal ha recurrido intentando una sentencia más favorable. Este reciente fallo ha provocado un retraso la proyectada mudanza del servicio postal a un local ubicado en los bajos de la Manzana de los Álvarez, en el barrio de Sabugo.

En enero de 2014, el Pleno municipal tomó la decisión de ceder "por tiempo indefinido" a Correos el edificio de la calle Ferrería, una vez que la sociedad estatal ya había terminado de pagar el inmueble que ocupa desde hace medio siglo y que fue construido por el Ayuntamiento en un solar municipal. Las arcas municipales aportaron en su día 3,5 millones de pesetas que el servicio postal fue devolviendo en pagos mensuales hasta sufragar el total de la cantidad.

A renglón seguido, Correos acudió a los tribunales para reclamar la propiedad del edificio. Y, para ello, argumentó que en 1956 firmó con el Ayuntamiento "un contrato de arrendamiento y promesa de cesión, el cual constaba en escritura pública". Además, afirma el servicio postal que "el Consistorio se había comprometido, después de que el Estado abonara el préstamo que aquel le había otorgado y que se articulaba a través de un alquiler, a entregar gratuitamente la plena propiedad del inmueble", tal y como se recoge en el texto de la sentencia. Así, Correos terminó de abonar la cantidad establecida en 1976 y entiende que desde entonces pasó a ser propietaria del inmueble.

El Ayuntamiento, por el contrario, argumentó que el compromiso adquirido de cesión gratuita "debería de hacerse conforme al procedimiento legalmente establecido, siendo esta institución parecida a la donación modal y sujeta a reversión. Es decir, que debería de respetarse el uso para el que se destinó el inmueble". La diferencia de criterios se basa, reconoce el magistrado, en los "confusos términos del contrato que unía a las partes, así como el largo lapso de tiempo transcurrido" desde la firma del contrato en 1956.

Los argumentos

El juez considera que la principal discordancia consiste en que Correos "entiende que se pactó una compraventa con condición suspensiva, por lo que ahora es propietaria del bien litigioso una vez cumplida aquella", mientras que el Ayuntamiento "entiende que tan sólo se acordó la cesión gratuita de la plena propiedad, la cual no se formalizó en su momento, pero que ahora se está tramitando, y entiende por cesión gratuita la donación modal sujeta al mantenimiento del servicio de correos, y por tanto bajo posible reversión de no cumplirse de tal manera".

Y es singular que el juez considera equivocadas ambas versiones, pero la sentencia resulta favorable al Ayuntamiento. "El que suscribe considera que nos encontramos ante una promesa de venta bajo conducción suspensiva y no ante ninguna de las figuras que mantienen las partes". El juez aclara: "La verdadera voluntad de las partes era formalizar con posterioridad, tras el pago del préstamo, el verdadero contrato de compraventa". La sentencia considera que Correos tendría el derecho a exigir el cumplimiento de la promesa de venta "pero en la actualidad carece del título de propiedad para que triunfe la acción declarativa de dominio".

Así las cosas, el tira y afloja sobre la propiedad del céntrico edificio que ocupa Correos en La Ferrería, ubicado en frente del Centro de Servicios Universitarios, continuará su recorrido en los tribunales. Pero, de momento, si el servicio postal decide abandonarlo para trasladar el servicio postal a otro lugar, perdería los derechos que asegura tener sobre el inmueble.

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