Los peregrinos que se hospeden en el albergue avilesino estarán "más cómodos" a partir de ahora por dos razones: las obras de mejora realizadas en el edificio, presupuestadas en 26.700 euros, y la eliminación de plazas "por seguridad". Se pasa de 73 camas a 56, según explicó ayer Alfredo Clero, de la Asociación Astur-Galaica de Santiago Apóstol y responsable de las dependencias municipales. Esas plazas son suficientes durante todo el año, solo habría problemas entre el 15 de julio y el 20 de agosto, cuando más afluencia hay. Entonces, según avanzó el concejal de Promoción de Ciudad, Manuel Campa, se buscarán alternativas en otros lugares de Avilés.

El albergue de peregrinos "Pedro Solís" cerrará 2015 con récord de usuarios, pasando de los 6.300 usuarios, un 13 por ciento más que el año pasado. La previsión para 2016 es que esas cifras sigan aumentado a la vista del interés que suscita el Camino del Norte, declarado recientemente por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. "Se está poniendo de moda. Y algo que nos comentan los peregrinos es que este paisaje es mejor que el del camino francés, que pasa por León", aseguró Alfredo Clero. El problema del Camino del Norte, según el responsable del albergue avilesino, es que no tiene infraestructuras suficientes.

"Sería interesante que se abran más albergues municipales y cada pocos kilómetros; en el francés los encuentras cada poco. Ya no hay albergues suficientes para toda la gente que pasa por esta zona", afirmó Alfredo Clero. Después de Avilés, el siguiente albergue público está en Soto de Luiña, a 38 kilómetros. Sí que hay otros, pero privados, en Muros del Nalón o en el Fito (Cudillero). Desde hace algunos años se habla de la posibilidad de abrir unas dependencias para peregrinos en Castrillón, aunque aún no ha fructificado.