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Marejada en los precios del pescado

"Está caro, pero habrá que hacer un esfuerzo en estas fechas", afirman los consumidores, que economizan con especies abundantes, como la merluza

El pescadero Juan Manuel Ferrero prepara un pedido de langostinos observado por un grupo de clientes. RICARDO SOLÍS

Siete de los productos más caros que se pueden comer en Navidad proceden del mar: angula, langosta, percebes, besugo, almejas finas, mero y bogavante. Los mostradores de las pescaderías avilesinas confirman esa clasificación: las angulas, a casi 700 euros el kilo; los percebes, a 79 euros el kilo; el besugo, a 39 euros el kilo; el mero, a partir de 25 y hasta 40 euros el kilo... Estos son los precios a los que ayer cotizaron en las pescaderías avilesinas algunas de las especies más cotizadas para los menús de Nochebuena y Navidad. Unas cifras que dejan indiferentes a muy pocos consumidores, pues la mayoría tuerce el gesto al ver los rótulos que lucen en los mostradores. "Desde luego, caro está bastante, pero como son fechas especiales habrá que hacer un esfuerzo", comentó Ángela Álvarez mientras hacía cola para adquirir pescado en un comercio especializado de la ciudad.

La tradición manda y el pescado es un fijo de muchos de los menús que se elaborarán hoy y mañana. Ni el encarecimiento medio del 30 por ciento que han experimentado los productos frescos de la mar en los últimos días resta compradores en las tiendas, como se está pudiendo comprobar esta semana en los comercios avilesinos dedicados al pescado. El martes fue día de recoger pedidos, ayer primaron las ventas de especies propicias "para hacer sopa" y hoy está previsto que sea la jornada de más venta de pescados "para cocinar al horno", las piezas más selectas y también las más caras, entre otras cosas por su escasez. "No se queje señora, que por llevarme un besugo le regalo el perejil", bromeaba con una clienta el pescadero Juan Manuel Ferrero.

Las amas de casa se dividen entre las que ven los precios del pescado "prohibitivos" y "exagerados", como Carmen Pérez, y las que los encuentran "normales para esta época del año", como Berta Pérez. La primera comenta que planea elaborar una cena de Nochebuena cien por ciento asturiana en la que habrá merluza; la segunda se presenta como una gran consumidora de pescado durante todo el año y asegura que aún no tiene claro qué va a cocinar; ayer se dedicó a hacer acopio de víveres para preparar una sopa que sirva de primer plato. "Desde luego, en Avilés tenemos la suerte de poder comprar pescado bueno y fresco... lo de barato es más opinable", elogió esta mujer.

La pareja formada por Angelina Gutiérrez y Ramón Martínez aseguró estar "curada de espantos" en cuanto al encarecimiento del pescado por Navidad, pero aún así el hombre apuntaba con asombro que el precio de algunas especies "está subido de tono". Quizás se refiriese a los 39,80 euros por kilo a los que ayer se venía la lubina "salvaje" del Cantábrico en la plaza avilesina, a los 69 euros que pedía un pescadero por el kilo de carabineros o a los 44 euros el kilo que costaba el pixín de más calidad. Cantidades que, no obstante, están muy lejos de los 690 euros a los que cotiza la angula del Nalón, el manjar pesquero más caro que se puede llevar a la boca y cuyo valor mareante se justifica por el hecho de que apenas hay capturas y las pocas angulas que se pescan pasan por rula -ya sea en la de San Juan de la Arena o la de Ribadesella- a precios comprendidos entre 480 y 560 euros el kilo.

Al igual que en días pasados, la alternativa más popular y económica para comprar pescado sin comprometer el presupuesto doméstico es la merluza, una especie que ayer estaba a la venta en las pescaderías avilesinas a menos de 10 euros el kilo (en el caso de los ejemplares pescados por los barcos de arrastre) y con un tope de 14,90 euros el kilo, que fue el precio fijado para las merluzas más grandes pescadas con arte de pincho.

Si las amas de casa se quejan de los precios, los pescadores lo hacen de las escasas capturas, un problema que se hace extensivo a toda la cadena comercial: "Salvo la merluza, de la que hay abundancia gracias a que entraron a descargar tres barcos comunitarios el lunes pasado y se esperan otros cuatro para los próximos días, escasean casi todas las especies y eso, en estas fechas de gran demanda, encarece el producto y es un problema porque resta ventas", explicó el pescadero avilesino Francisco Guillén.

La marejada de precios pesqueros navideños, por más que sea llamativa a ojos de los consumidores, está muy lejos de las que se estilaron en los años que la crisis aún no había hecho mella en las economías familiares. "Eso ya no lo volveremos a ver; ni por la cantidad de pescado que venía a puerto ni por los precios que alcanzaban algunas especies", sentencia un empleado de la rula de Avilés, que ayer volvió a registrar una gran animación comercial.

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