La muerte, ayer por la mañana en su casa de Salinas, de Leopoldo Martínez Álvarez "Polo" por una fatal enfermedad, dejó huérfana a la Cofradía Buena Mesa de la Mar y a los muchos amigos que tenía en Castrillón y en la comarca de Avilés. Leopoldo Martínez fue, junto con Agustín Santarúa, uno de los fundadores de la entidad gastronómica de Salinas en 1986 y un apoyo fundamental para todos los presidentes de la entidad y, en general, para los vecinos, siendo uno de los artífices de que la visita del rey Juan Carlos I en 1993 para la inauguración del Museo de Anclas Philippe Cousteau de La Peñona, fuera un éxito.

Leopoldo Martínez Álvarez nació en Serandinas (Boal) hace 78 años. Su trabajo en el entonces Banco Bilbao, hoy BBVA, lo acercó desde la oficina de La Caridad hasta Avilés, donde estuvo en las sedes de la entidad de Villalegre y Llaranes. Desde su jubilación, este hombre apreciado en Castrillón puso aún más ímpetu en su dedicación a la Cofradía, de la que actualmente era secretario de la Mesa Mayor.

"Era el motor de la Cofradía desde su constitución. Se nos ha ido y es una pérdida irremplazable", señaló ayer el presidente de la Buena Mesa de la Mar, Vicente Quintanilla. "Polo apoyó y ayudó a todos los presidentes que tuvo la Cofradía desde su fundación hace más de 25 años. De eso doy fe", concluyó.

Polo era miembro de la asociación de vecinos de Salinas y consiguió que la entidad vecinal y la Cofradía se complementarán en muchas actividades. "'Amigos de Salinas' está presente en todos los actos de la Cofradía porque él trabajó para que todos los vecinos de la localidad nos lleváramos bien", manifestó ayer el presidente del colectivo, Eloy Martínez Argüelles.

El amor de Leopoldo Martínez a su tierra asturiana cruzó las fronteras de la comarca avilesina. En 2013, recibió el "Asturcón del año" por su colaboración durante más de 25 años con la fiesta del Sueve a la que acudía siempre que podía.

Polo Martínez murió ayer en su casa de Salinas rodeado de su mujer, Soledad Real, y de sus hijos, Leopoldo y Nuria Martínez Real. La capilla ardiente está instalada en la sala número 5 del tanatorio de Avilés hasta las cuatro y media de la tarde de hoy domingo, cuando se celebrará el funeral de cuerpo presente en la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Carmen de Salinas. Después, se procederá a su incineración en el tanatorio de Avilés.