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Los restaurantes que abren en Nochevieja están completos desde hace semanas

Los hosteleros que organizan cenas de Fin de Año coinciden en señalar que la afluencia de clientes esta noche es superior a la de años anteriores

Lola Sánchez prepara unos mariscos a la plancha en la cocina de la sidrería Yumay, en Villalegre. IRMA COLLÍN

La restaurantes de la comarca avilesina despiden 2015 con todas las mesas reservadas para Fin de Año. Desde hace semanas, los establecimientos que organizan cenas de Nochevieja tienen la agenda completa. "Hace varios años que lleno el día 31, pero éste se desbordó; está completo desde hace más de un mes y la gente sigue llamando para pedir una mesa", señala Justo García Castrillón. El propietario de la sidrería Yumay, admite sentirse satisfecho y agradecido ante tal afluencia de clientes en estas fechas, que dice es "superior a las navidades pasadas aunque todavía estamos a años luz de los niveles de la época buena". Para la noche más festiva del año, este local de Villalegre cuenta con un menú cerrado que incluye tapa de jamón, crema de marisco, langostinos con salsas, lechazo al horno, helado de turrón, surtido de dulces navideños, vinos, cava, sidra, café y licores. El precio de la cena, con baile incluido hasta la madrugada, es de 63 euros, "el mismo de los últimos ocho años. No lo hemos subido", añade Justo García.

Igualmente completo estará esta noche el comedor de La Botella, sidrería que desde hace dos décadas abre las puertas el último día del año para ofrecer a sus clientes un menú a base de pescados y mariscos del Cantábrico, las especialidades de la casa. "Tenemos todo reservado, en su mayoría por clientes habituales que quieren pasar con nosotros la Nochevieja", apunta Pablo Fernández Filgueira, gerente del local de la calle Emile Robin desde hace seis meses, tras la jubilación de su padre.

La Botella ofrece hoy a los comensales una carta más escueta de lo habitual, integrada por cuatro platos de carne y seis de pescado, siendo el virrey a la plancha la estrella de este negocio que a medianoche repartirá las uvas de la suerte, al igual que hará el Guernica de Luanco, asimismo con todas las plazas ocupadas, según su propietario Ramón Menéndez.

A la vera del muelle luanquín, parejas, familias y grupos de amigos, en su mayoría habituales del Guernica, despedirán un 2015 "bueno en general" para este establecimiento hostelero, confiesa Menéndez, que ha elaborado un menú a base de aperitivos, crema de marisco, mero a la plancha con verduras, solomillo de buey, tiramisú y dulces navideños. El precio es de 90 euros e incluye baile con música disco hasta la madrugada.

Frente a los vecinos que acuden a un restaurante para despedir el año figuran quienes permanecen en el domicilio familiar pero por falta de tiempo, destreza ante los fogones o para reducir el trabajo doméstico optan por encargar la cena a un establecimiento de confianza. "Hemos notado un aumento en el número de encargos. Nos piden de todo: entradas, carnes o pescado, incluso menús completos. La gente trabaja, no tiene tiempo para cocinar o vive sola", señala José Alonso González, del restaurante avilesino Jose's.

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