A este respecto, hay una creciente línea de opinión, incluso en Norteamérica, partidaria de reponer la Historia a su justa medida. "Pedro Menéndez no fue el único. Hay otros asturianos que, como él, abrieron camino en San Agustín de la Florida. Por eso, creo que el papel que jugó el Principado en el desarrollo de Estados Unidos merece más atención". Esta fue, por ejemplo, la reflexión que hizo el historiador canadiense Michael Francis durante el acto de presentación de su libro "San Agustín, la primera ciudad de Estados Unidos. Una historia ininterrumpida y un espíritu imperecedero", celebrado el pasado mes de octubre en la sede del Real Instituto de Estudios Asturianos, en Oviedo.
Las aportaciones de la Colección Tegesta y de la nómina de avilesinos que colabora en el proyecto para profundizar en la "españolización" de Estados Unidos se circunscriben hasta el momento al regalo de la ya citada estatuilla de Pedro Menéndez, la entrega de un cuadro del marino que pintó Favila a la ciudad de San Agustín, la donación de los grabados originales -también de Favila- que ilustran el libro "Aventuras de Pedro Menéndez", obra de Ignacio Sánchez Vicente, para su exposición permanente en la Torre de la Libertad de Miami y el reparto de decenas de ejemplares del libro "90º aniversario del hermanamiento de San Agustín y Avilés", obra conjunta del avilesino Román Antonio Álvarez y del fotógrafo Nardo Villaboy.
En la agenda de Velasco, Favila y Villaboy hay más planes que confían en ver cristalizados este año: completar y exponer una colección de 35 fotos y otros tantos cuadros inspirados en estampas de Miami; buscar financiación para erigir en esa capital turística americana una estatua de Pedro Menéndez que tendría cuatro metros de alto, un proyecto al que se aspira a dar continuidad en más localidades de Florida: Tampa, Tallahassee, Jacksonville... Y el proyecto estelar: la producción y rodaje de una película sobre Pedro Menéndez basada en el relato novelado del libro de Ignacio Sánchez Vicente que narra las aventuras del marino avilesino y que, por cierto, tiene en su biblioteca hasta el presidente estadounidense Barack Obama. Detrás de esta idea está Secundino Velasco, que si por algo se caracteriza es por sacar petróleo de todo cuanto pasa por su cabeza.
