Las instalaciones deportivas de Balbín cumplen su primera década en 2016. La celebración de esa efeméride no será con fuegos artificiales ya que aún queda pendientes el pago de las expropiaciones a los propietarios de los terrenos y también la renovación integral del césped artificial del campo de fútbol. La cantidad relativa al pago del solar aún está en el aire ya que será definida por un tribunal. Hasta el momento, el dinero que debe abonar el Ayuntamiento a los dueños de los terrenos ronda los 2,5 millones de euros con intereses de demora incluidos. Eso sí, esa cifra puede variar si hay cambios en el coste de los terrenos que, según esos cálculos, estaban cifrados en 36 euros por metro cuadrado.

La intención del gobierno local es incorporar una partida en los próximos presupuestos para también proceder a la renovación del piso del terreno de juego. "Estamos pendientes de que la oposición apruebe o no las cuentas para poder acometer la obra", explica el concejal de Deportes, Daniel Fernández, que ya se ha puesto en contacto con la Federación asturiana de fútbol para realizar un seguimiento de los trabajos a desarrollar. "Queremos hacer una obra en condiciones, para que no vuelvan a ocurrir los mismos errores de los últimos años", destaca el edil socialista.

Los errores a los que se refiere Fernández se centran en el estado que presenta el campo diez años después de ser inaugurado. Diversas reformas parciales en el terreno de juego como el aporte de material de caucho no solucionaron el problema inicial, la dureza del campo que motivó las quejas de deportistas y de los clubes como el Marino.

El gobierno decidió aplazar a este año la inversión prevista por el PP en Balbín dotada con un presupuesto de 160.000 euros. Ese capital era insuficiente, a ojos del edil de Deportes, para poder ejecutar una obra "con garantías". De ahí que los socialistas deseen incorporar una partida mayor, aún sin concretar, y acondicionar "de la mejor manera posible" el césped artificial de Balbín. "Hay actuaciones necesarias para mejorar el campo que no se podían acometer con ese dinero, era insuficiente", destacó Daniel Fernández, que confía en contar con los apoyos necesarios en la oposición -el PSOE gobierna en minoría con seis ediles- para poder acometer la obra.

Se da la circunstancia además que la garantía de este tipo de instalaciones deportivas es de una década, precisamente los años que cumple en 2016. "Esperemos que la obra que tenemos previsto ejecutar sea la definitiva y el campo pueda durar en perfectas condiciones para los próximos diez años, como debería haber sido desde sus inicios", señaló Fernández, que encaja la fórmula para dotar presupuestariamente esta actuación en una zona en la que el Ayuntamiento tendrá que invertir este año miles de euros.