Una pareja de hermanos residente en la localidad castrillonense de Valdiellas se llevó ayer un considerable susto que pudo haber acabado en tragedia al ceder la claraboya de un garaje sobre la que se encontraban de pie, en una acera de Salinas próxima al edificio Gauzón IV, y caer al vacío desde una altura aproximada de tres metros. Los jóvenes, según testigos presenciales y alguna de las personas que acudieron en su auxilio, resultaron magullados y con varios cortes, por lo que fueron llevados en sendas ambulancias al Hospital San Agustín para su evaluación médica y la cura de sus lesiones. No obstante, ambos abandonaron por su pie el garaje al que cayeron tras ceder la cristalera y daban muestras de que sus heridas no eran especialmente graves.

La claraboya que cedió tiene una superficie aproximada de un metro cuadrado y fue por ese mínimo espacio por el que se precipitaron los cuerpos de los dos hermanos. El ventanuco tiene la función de proporcionar luz al garaje del piso inferior, se halla cerca de la entrada de un bar y estaba protegido por un cristal traslúcido. Con anterioridad al accidente de ayer, otras claraboyas similares dispersas por las inmediaciones de los edificios Gauzón habían sido renovadas después de ocurrir hechos como el de anoche; la mejora consistió en sustituir las pantallas de cristal por otras de plástico duro.