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Asturiana de Zinc cierra 2015 con un nuevo aumento de su producción de metal

La compañía supera las 515.000 toneladas de lingotes en un año marcado por la crisis de las materias primas generada por China

Lingotes de cinc a la espera de ser estibados. IRMA COLLÍN

La fábrica castrillonense de la compañía Asturiana de Zinc (Azsa) cerró 2015 habiendo producido algo más de 515.000 toneladas de cinc metal, una cifra que incrementa en cerca de 1.000 las de 2014, que fueron 514.541, el techo histórico de producción de la planta de San Juan de Nieva hasta entonces. Los trabajadores de la factoría del grupo Glencore esperan cada año la publicación del balance de su labor porque les va en él buena parte de los ingresos del año: el convenio colectivo incluye únicamente para 2016 una subida de un 1,5 por ciento en el salario.

La situación de la fábrica de San Juan de Nieva ha seguido siendo buena en 2015, pese al grave accidente que se produjo en un horno del departamento de fusión a mediados del pasado mes de noviembre. La dirección de la compañía restableció entonces la producción de la fábrica de manera eficiente y en pocas fechas la normalidad regresó a las instalaciones.

El incremento de producción de cinc metal en San Juan de Nieva es patente desde el año 2009. Un año antes, la empresa había cerrado el ejercicio con 450.300 toneladas de cinc metal como consecuencia de los incendios de los transformadores Alstom. Esta avería "obligó a la planta a trabajar al 90 por ciento de su capacidad durante un largo período", en palabras de la propia empresa. En 2007, la compañía había reconocido en su balance de cuentas que la planta de San Juan de Nieva estaba capacitada para producir hasta 507.000 toneladas anuales (en 2011 ya se superaron de manera sobrada). Los trabajadores consideran, sin embargo, que es en la actualidad cuando la capacidad de producción de Azsa se encuentra casi en su máximo.

¿Qué sucedió para que Azsa levantara el vuelo? En 2009 la empresa produjo 500.775 toneladas de cinc, una cifra excelente con respecto a la generada el año anterior, pero condicionada por la avería del 2008. "Durante los meses de enero y febrero de 2009 la producción de cinc fue un 11 por ciento inferior a la presupuestada debido a la avería de uno de los transformadores de una de las naves de electrolisis", se lee a este respecto en la memoria de Azsa de 2009. El incremento de producción entonces fue claro desde 2010 (501.000) y sobresaliente desde 2011.

Sin embargo, no corren buenos tiempos para los mercados internacionales de materias primas, sobremanera, desde la primavera del pasado año 2015, cuando el Gobierno de la República Popular de China decidió regular el mercado dentro de sus fronteras (el más importante del mundo). Esta decisión cogió con el pie cambiado a buena parte de los grandes productores de metales no ferrosos del mundo, entre ellos, Glencore, la propietaria única de la compañía Asturiana de Zinc, la tercera fundidora de cinc del mundo (sólo por detrás de Korea Zinc e Hindustán Zinc) y la más rentable del planeta.

El pasado mes de octubre, la compañía matriz de Azsa anunció su intención de reducir 500.000 toneladas de la producción de mineral de cinc en todo el mundo con el fin de preservar el valor de sus reservas de este material. Y es natural: Glencore controla este sector en Europa y es uno de los primeros productores del mundo. El recorte ordenado será una realidad en Australia, Sudamérica y Kazajistán, que es donde la compañía que preside Ivan Glasenberg cuenta con los yacimientos más productivos. La decisión de Glencore supone el recorte de un tercio de la cifra final de mineral de cinc en el mundo, que ronda, los 14 millones de toneladas anuales.

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