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Piden dos años para los cuatro mandos de una empresa por un accidente laboral

El trabajador, declarado incapaz total para el ejercicio de su profesión de soldador, sufrió una descarga eléctrica que tardó en curar 303 días

Cuatro mandos de una empresa ubicada en el polígono de la ría -jefe de planta, responsable de mantenimiento, jefe de equipo y jefe de turno- se sentarán próximamente en el banquillo de los acusados. El Ministerio Fiscal pide dos años y dos meses de cárcel para cada uno de ellos por el accidente de un trabajador el 4 de febrero de 2012. El empleado, oficial de segunda, estaba soldando desde un andamio tubular pequeñas piezas en la nave de calderería de la firma cuando sucedieron los hechos, alrededor de las nueve de la noche. Tras una pausa, el operario regresó al lugar de trabajo y se apoyó en el equipo de soldadura para acceder al interior del andamio, momento en el que sufrió una descarga eléctrica, siempre según relato del Ministerio Fiscal. Por este motivo, el trabajador, que renunció al ejercicio de las acciones penales y civiles al ser indemnizado, se soltó y se arrojó al vacío sufriendo una electrocución y varias fracturas de las que tardó en curar 303 días.

El fiscal considera los hechos constitutivos de un delito contra la vida y salud de los trabajadores y de un delito de lesiones imprudente. Para cada uno de los cuatro mandos de la empresa el Ministerio Público solicita ahora dos años y dos meses de prisión así como la inhabilitación especial para el ejercicio de sus funciones. Las causas determinantes del accidente fueron, a juicio del fiscal, una descarga eléctrica ocasionada por un fallo del sistema de seguridad de la clavija del alargador, que carecía de los elementos de puesta a tierra adecuados ya que el alargador había sido alterado al haberle cortado las patillas de tierra, y el hecho de que el diferencial al que estaban enchufados las herramientas no saltó.

El trabajador de la empresa ubicada en el polígono de la ría de Avilés precisó tratamiento médico, ortopédico, rehabilitador y quirúrgico, siempre según el escrito del fiscal. Como secuelas sufre lesiones especialmente en el tronco inferior (pierna, tobillo, rodilla y pie) y ligero perjuicio estético. El operario ha sido declarado incapaz total para el ejercicio de su profesión habitual: soldador.

El trabajador recibió asistencia en el Servicio de Salud del Principado de Asturias -los gastos asistenciales fueron abonados por el seguro- y también en el Sanatorio Begoña, Sanatorio Covadonga y en la Clínica Asturias. En este sentido, el Ministerio Fiscal pide que los acusados indemnicen conjunta y solidariamente a dichos centros sanitarios y a la mutua Fremap a través de la compañía aseguradora de la empresa. El juicio aún está sin fijar.

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