El escritor Herbert Morote (Pimentel, Perú, 1935) es el autor del drama "Olivia y Eugenio", que se representa mañana viernes (20.15 horas) en el teatro Palacio Valdés. Concha Velasco da vida a Olivia, una mujer de clase alta en la última etapa de su vida que necesita solucionar el futuro de su hijo, con síndrome de Down. El montaje echó a andar hace más de un año en Zaragoza y se despide en pocas semanas para que la actriz retome su carrera en la televisión ("Bajo sospecha") y en el teatro ("Juana la Loca", de Ernesto Caballero). Morote, que hace unos años saltó a la palestra con "El guía del Hermitage", con Federico Luppi, conversa con LA NUEVA ESPAÑA por teléfono.
-¿Cuál fue la génesis de su espectáculo?
-Realmente todo comenzó con el nacimiento de mi hijo Rafael hace 50 años, que sigue siendo un niño adorable, gentil, ordenado y, por modestia, me quedo cortos con los adjetivos. En esos tiempos el síndrome de Down era prácticamente desconocido, a esos niños se les decía "mongólicos" y se los encerraba en casa. La obra trata de esas experiencias. La pieza fue estrenada en el Perú hace pocos años con una actriz comparable a Concha [Velasco]. En España se la di al productor Jesús Cimarro, quien también había producido con gran éxito mi obra "El guía del Hermitage", con Federico Luppi. A Cimarro le encantó no sólo el texto, sino lo que la obra intenta reivindicar: ¿Quién es normal en esta vida? Luego Cimarro se la dio al director José Carlos Plaza que tuvo un amor a primera vista con el texto.
-La carrera de "Olivia y Eugenio" es muy larga.
-Sí. En España se estrenó en septiembre de 2014 y en el Perú dos años antes. Recientemente, me han comunicado que la obra se estrenará en la República Dominicana y que hay conversaciones para hacerla en Manhattan y en Puerto Rico.
-Empezó muy tarde a escribir.
-Mi padre me había advertido de que debía conseguir dinero y luego dedicarme a escribir. Seguí su criterio, trabajé en una empresa internacional, me fue bien. Y luego me dediqué a escribir. En el Perú, libros de historia; aquí, en España, soy más conocido por los dramas.
-¿Qué pensó cuando le dijeron que Concha Velasco iba a ser la protagonista de su espectáculo?
-Di un salto de alegría. Me emocioné más cuando la vi en los ensayos tan comprometida con el difícil y exigente personaje de Olivia. No conozco una actriz tan responsable en entrar en el más mínimo detalle de los vericuetos de su personaje como Concha, ni un director tan exigente y creativo como José Carlos Plaza. Por eso no me sorprende el éxito que tiene "Olivia y Eugenio". Que tu obra la dirija Plaza y que la actriz principal sea Concha es el sueño de cualquier dramaturgo.
-¿Qué tiene entre manos?
-Estoy moviendo algunos textos, pero ya conoce cómo está este sector. La gente que hace teatro en España son héroes dadas las condiciones en que se desarrolla esta actividad.
