El Puerto de Avilés sobrepasó en 2015 la barrera psicológica de los cinco millones de toneladas de movimientos. Incluso, se superaron ligeramente las expectativas de los responsables de los muelles locales, según explicó ayer Santiago Rodríguez Vega, presidente de la Autoridad Portuaria. En total, se embarcaron y descargaron 5.173.618 toneladas de mercancías, un 6,43 por ciento más que en 2014. "El comportamiento de 2015 fue conforme a las previsiones del año incluso estuvieron ligeramente por encima; se ajusta a lo esperado por nuestros clientes y usuarios", aseguró Rodríguez Vega. La previsión para este año es mantener esas cifras y volver a superar los cinco millones de toneladas (5.060.000 toneladas).

El presidente del Puerto achaca al tirón de los carbones y los materiales siderúrgicos, incluso por encima de las previsiones de sus operadores. Fue el caso de la empresa García Munté Energía (GME), que cerró el año con un movimiento de 700.000 toneladas, "por encima de lo que tenía comprometido": 500.000 toneladas. Un peor funcionamiento tuvieron los minerales de cinc, un hecho que no inquieta al presidente portuario. "Son cuestiones estacionales que no obedecen a las menores producciones de las empresas. No hay cambios significativos", recalcó. En total, los graneles sólidos aumentaron un 8,29 por ciento respecto a 2014, hasta llegar a los 3,2 millones de toneladas, mientras que lo sólidos lo hicieron en un 3,29 por ciento (630.850 toneladas). La mercancía general alcanzó las 1,21 toneladas (un 2,94 por ciento más que el año anterior) mientras que el avituallamiento creció en un 19,34 por ciento hasta llegar a las 48.095 toneladas. Según los datos que maneja el Puerto de Avilés, la descarga de pesca fresca subió un 0,6 por ciento (16.674 toneladas).

Así las cosas, el ejercicio 2015 fue el mejor desde el año 2007, cuando se registraron 5,6 millones de toneladas de tráficos portuarios. El récord está un año antes, cuando se rozaron los seis millones de toneladas.

El año 2015, además de por las buenas cifras, destaca por el fin de una de las grandes obras portuarias, la segunda -y por el momento última- fase de ampliación de la margen derecha. También por la elevación de la catenaria, que da una "mayor funcionalidad" y permite la entrada de barcos de mayor tamaño. El año pasado comenzaron dos trabajos también importantes y con elevadas inversiones: el dragado del círculo de maniobras y la conexión ferroviaria de los muelles de la margen derecha de la ría. "Con la llegada del tren ganamos en conectividad y nos da un mayor atractivos para la captación de nuevas operaciones", aseguró.

El dragado, según Rodríguez Vega, también concluirá en "breve" y permitirá el atraque en Avilés de barcos de mayor calado. "Mejora la operatividad del puerto", resaltó. En ese sentido, valoró que ya en 2015 llegaron a la ciudad menos buques pero de mayor capacidad de carga.

El presidente de la Autoridad Portuaria explicó que en 2016 ya no se acometerán inversiones con grandes presupuesto aunque sí destacables para la mejora de las condiciones portuarias. Así, está prevista la reordenación del viejo muelle de Raíces y otras obras de renovación y acondicionamiento para "mantener la buena calidad de los servicios que se prestan en las dársenas".

El año que acaba de empezar también será clave para analizar los resultados de las medidas medioambientales que está llevando a cabo el puerto para reducir la polución. Rodríguez Vega confía que en 2016 se reduzcan los niveles de partículas en suspensión (PM10). Este año destinarán otros 200.000 euros para acometer mejoras en los apantallamientos o en la red de saneamiento de los muelles de San Juan, por ejemplo.

"Este año García Munté ya tendrá nuevas instalaciones conforme a las exigencias medioambientales. También estamos haciendo mejoras en los cañones de agua, en los apantallamientos... A los que mueven graneles les exigimos la limpieza de vehículos, que tengan entoldados en los camiones. Todo eso se tiene que empezar a notar", concluyó.