La rula de Avilés cuenta con unas "condiciones excelentes" para ser el centro de la actividad del sector pesquero en la región y, con el paso de los años, demuestra tener "una capacidad importante" para suscitar el interés tanto de compradores (comercializadores) como de vendedores (armadores y pescadores), también de fuera de Asturias. El análisis que hace Santiago Rodríguez Vega, presidente del Autoridad Portuaria, de las instalaciones pesqueras conecta con los buenos resultados obtenidos el año pasado, cuando la lonja superó por segundo año consecutivo el récord de facturación y subastó la mayor cantidad de pescados y otras especies de la última década.
Según los datos que maneja la dirección general de Pesca del Principado, en Avilés se vendieron en 2015 productos por valor de 37.026.197 euros, una cantidad nunca registrada desde que hay datos oficiales. Un año antes la facturación fue de 36,22 millones de euros, también histórica. La lonja ruló en 2015 16,66 millones de kilos de pescados, crustáceos y moluscos, casi un cinco por ciento más que el año anterior. "Con las dificultades que está atravesando el sector, estamos siendo capaces de sacar la actividad adelante y con números importantes. La rula de Avilés, como ya he dicho en otras ocasiones, tiene viabilidad y está en buenas condiciones para prestar un excelente servicio. Es un centro comercial puntero en la región y también entre los puertos del Cantábrico", afirmó Rodríguez Vega.
El presidente del Puerto se mostró "satisfecho" con los resultados pero afirmó que aún hay margen para seguir mejorando gracias a las innovaciones que realiza la lonja. Así, están inmersos en una campaña para mejorar las condiciones de de trazabilidad de los productos, como la merluza, y así dar mayor "valor añadido" a la comercialización del pescado. "Tenemos una imagen conocida y reconocida. El pescado de la rula de Avilés tiene prestigio a nivel comercial y ahí seguiremos", añadió el responsable último de la rula de Avilés.
Igual que sucedió en 2014, varios son los factores que permiten a la lonja local batir sus marcas: el regreso de los barcos de comunidad (palangre) para descargar merluza, las buenas costeras de la xarda y el bonito y, finalmente, la decisión de embarcaciones de fuera de la región, también extranjeras como portuguesas, de vender sus capturas en la rula.
Según los datos de la dirección general de Pesca, la especie con mayor interés comercial es la merluza, con mucha diferencia. En 2015, los pescadores subastaron 4,52 millones de kilos y facturaron 16,37 millones de euros. Le siguen el bonito, con 900.127 kilos vendidos y 4.130.900 euros ingresados; la xarda (4,97 millones de kilos y 2,66 millones de euros) y la bacaladilla (1,7 millones de kilos y 2,27 millones de euros). La rula contó además el año pasado con una buena costera de anchoa: las embarcaciones rularon 808.630 kilos e ingresaron 2 millones de euros. Las especies más caras, eso sí, fueron también de las más escasas, como el mero, la dorada, el rodaballo o el besugo, además de los mariscos, como la langosta, la cigala o el bogavante.
Por otro lado, 2015 también fue importante porque comenzó a funcionar la nueva fábrica de hielo. Según explicó Rodríguez Vega, el Puerto ya nota una bajada del consumo de agua, energía y mantenimiento con respecto a la anterior, que estaba obsoleta.
