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SANDRO CORDERO | Autor, director y coprotagonista de la comedia "Anónimo"

"En el siglo XXI no hay pícaros: hay ladrones, estafadores y delincuentes"

"La coproducción es una idea genial: sólo no puedes, con amigos sí"

Sandro Cordero. RICARDO SOLÍS

Sandro Cordero (Cudillero, 1971) es uno de los actores más destacados de la escena asturiana de los últimos años. Pero también es director de escena y, además, dramaturgo. Con estas tres corporeidades se presenta mañana viernes (20.15 horas) en el teatro Palacio Valdés.

-¿Por qué esta nueva versión del "Lazarillo"?

-Nos preocupa mucho el público juvenil, que es a quien hemos dirigido "I love Catalina" o "Criados y bufones", dos versiones shakespearianas. Lo que sucede es que siempre oíamos lo mismo: que hiciéramos algo español. Conocí al profesor Salvador Lozano y empezamos a hablar. Él es experto en el Lazarillo y me lanzó la propuesta. Me habían obligado a leer fragmentos de la obra en el instituto, pero no lo conocía de verdad. Lo leí y quedé asombrado: había material dramático perfecto.

-Y se lo trae al siglo XXI

-Totalmente.

-¿Son ustedes muy gamberros?

-No lo soy más que Shakespeare o, en este caso, que quienquiera que escribiera el Lazarillo: una crítica gamberra y muy bestia de su mundo.

-¿A quién votaría Lázaro?

-Al final es ande yo caliente y ríase la gente. Se hace pregonero. No es muy revolucionario, más bien un poco conformista. Tuve una duda muy grande: ¿le daba la vuelta o lo cuento tal y como era? No te voy a decir a quién votaría, que cada uno saque sus conclusiones. Ha vivido mal, pero tiene un trabajo -vil, pero trabajo- y una mujer que se cepilla a todos cuantos quiere. En nuestra versión ya no es pregonero, es el hombre anuncio de Compro Oro, pero no pide más. Que saque sus conclusiones.

-¿Hay pícaros en el siglo XXI?

-No, lo que hay son ladrones, estafadores, verdaderos delincuentes. Un pícaro despierta simpatía; los delincuentes, nada. Y son los más frecuentes. Lázaro trata de sobrevivir rodeado de gente muy vil.

-Podría ser actor.

-O productor.

-Y se mete a coproductor.

-Es una idea genial para seguir en el teatro: sólo no puedes, con amigos, sí.

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