Una mujer de 79 años que resultó herida grave tras ser atropellada por una carroza durante el desfile del Martes de Antroxu de 2011 deberá recibir del Ayuntamiento de Avilés 16.370,47 euros, según recoge un dictamen del Consejo Consultivo. El órgano asesor afea al Consistorio que trate de "imputar a la propia reclamante el atropello sufrido, reprochándole que 'se despistó' y que no se percató' del tamaño del paso de la carroza". Y esto le lleva a determinar con claridad que "no comparte ninguno de los dos razonamientos esgrimidos por el gobierno local de la ciudad para motivar el sentido desestimatorio de su propuesta".
El Ayuntamiento había rechazado la reclamación argumentando que la carroza iba precedida "por no menos de cuatro personas que avisaban a los espectadores de que no invadieran la calzada" y que, pese a ello, la mujer no se levantó de la jardinera en la que esperaba la llegada del desfile. El segundo argumento rechazado es la ausencia de vallas en el recorrido de la parada carnavalera que hubieran evitado el atropello. "Dada la estrechez de las calles podrían producirse tumultos que, sin una lógica vía de escape, podrían derivar en avalanchas", se justificó el gobierno avilesino por medio de un informe del servicio de Festejos.
En todo caso, como consecuencia del atropello del desfile del Martes de Antroxu de 2011, la mujer de 79 años sufrió contusiones y distintos hematomas y abrasiones. Este diagnóstico se amplió unos días después, cuando los médicos certificaron que había perdido sustancia cutánea (piel) en la parte anterior de la pierna derecha, lo que provocó su ingreso en un servicio de Cirugía Plástica. Todo esto se sustanció, según el criterio de la víctima, en 153 días impedidos (62 de ellos, en distintos centros hospitalarios).
El Consejo Consultivo carga en su dictamen contra el Ayuntamiento avilesino con fuerza porque, a su juicio, pretende escurrir el bulto. En este sentido, se puede leer en el dictamen que "resulta inadmisible" que el gobierno municipal "haga dejación [de sus responsabilidades de seguridad y protección civil] durante la celebración" del desfile del Martes de Antroxu de 2011. Le resulta más inadmisible aún que estas responsabilidades las desplace "de manera incondicionada a la esfera personal de quien padece los eventuales daños que pueda sufrir en su condición de mero espectador que intenta disfrutar del festejo".
El dictamen del Consultivo opone a lo que sucedió en 2011 en el desfile de Antroxu lo que se vive durante todos los Descensos de Galiana, en los que "podría admitirse la asunción de riesgo de sufrir algún tipo de daño por parte de cualquier persona, no solo los participantes, sino los eventuales espectadores de un evento de estas características". Esto, sin embargo, no lo reconoció el Ayuntamiento en el caso del desfile de carrozas en el que "no es que se permita, sino se alienta la confección y circulación por las calles de la ciudad de artilugios profusamente adornados a los que les estaría vedado el tránsito en otro momento distinto del Carnaval". "Con ello, sus promotores, en este caso el Ayuntamiento de Avilés, crean para las personas que contemplan el festejo una situación de riesgo que supera el ordinario", remata el documento.
En el escrito se considera "irrelevante" que "no menos de cuatro personas" avisaran de la llegada de la carroza "y ello porque la seguridad del evento no puede descansar en la creencia de que los espectadores son capaces de apartarse" a tiempo. Por eso, se declara tajantemente que el Ayuntamiento es responsable patrimonial de las heridas causadas a la mujer de 79 años que quiso ver el desfile de Antroxu porque el propio gobierno local "propició que se generara una situación de peligro". Ahora, las autoridades municipales tienen que emitir un nuevo informe "habiendo oído" el rechazo del Consultivo a su pretensión inicial de no pagar a la víctima.
