La concejala de IU Carmen Conde diagnosticó ayer "falta de voluntad política" para solucionar el conflicto laboral que mantiene a los vigilantes de seguridad del San Agustín en huelga indefinida, después de pasar tres meses sin cobrar. Una delegación de la coalición visitó a los trabajadores, acampados en el centro hospitalario, y mantuvo una reunión con la gerencia del hospital. "Nos dijeron que están atados de pies y manos porque no tienen competencia. Que es de la Consejería de Presidencia y el director general de Interior, que son quienes tienen que tomar las riendas", explicó la edil.

Sin embargo, la gerencia ofrece dos posibles soluciones: convocar un concurso de urgencia para tres o cuatro meses, antes de abrir un nuevo proceso de licitación del servicio o bien una delegación de competencias a la gerencia del hospital. "Así, se desbloquearía la situación", aseguró la concejala. Por su parte, los representantes de IU transmitieron a la gerencia el sentimiento de indefensión que tienen los trabajadores. "Nadie les dice nada, la información es muy escasa, están sin cobrar... La gerencia lo entiende e intenta solucionar esta situación como puede pero no tiene competencias", destacó.

Los miembros de IU en Avilés tienen previsto pedir a sus representantes en el Principado que intervengan para que el Gobierno regional "se tome en serio esta reunión". La zozobra de los trabajadores va en aumento a la par que se retrasa una reunión, prevista en principio para el lunes y luego pospuesta al jueves (mañana) y que ahora no tiene fecha confirmada entre la gerencia con los responsables regionales con competencia para resolver el conflicto. "No puede ser tan complicado intervenir, los trabajadores están sin cobrar desde primeros de diciembre", subrayó Conde.

Los vigilantes no son los únicos perjudicados por esta situación. El servicio de Urgencias firmó una carta de queja en la que hablan tanto de la falta de plantilla como de la indefensión que sienten desde que no hay vigilancia. IU también explicó a la gerencia el miedo que tienen otras contratas de que se repita la historia y los nuevos concursos pendientes (el próximo es el de cocina y cafetería) se adjudiquen teniendo en cuenta sólo el criterio económico y el resultado sea otra baja temeraria con consecuencias negativas para los trabajadores.