En 4 minutos y medio se desalojó ayer el auditorio del Centro Niemeyer. Más de 550 personas participaron por la mañana en el primer simulacro contra incendios con público celebrado en el complejo cultural de la ría, un ejercicio que sirvió como prólogo a la representación de la comedia trágica "Crecer", de Maxi Rodríguez.

Fueron concretamente 546 estudiantes de 3.º, 4.º y Bachillerato de los institutos Carreño Miranda, La Magdalena y del colegio Santo Tomás, en Avilés; Isla de la Deva, de Piedras Blancas; y Los Campos, en Corvera, los que tomaron parte en los dos "espectáculos" matinales. "Está muy bien que los alumnos puedan asistir a una función como ésta de Maxi Rodríguez. Y está mejor que conozcan cómo deben comportarse en caso de incendios", señaló María Rodríguez, profesora de Lengua y Literatura de La Magdalena. "Con este tipo de programaciones conseguiremos conformar un público real que luego pueda acudir a las representaciones habituales", apuntó Jorge Lueje, profesor también, en su caso en el Carreño Miranda.

El servicio de prevención de la Fundación del Niemeyer (Presesa) preparó un supuesto según el cual se descubre un incendio en el cuadro eléctrico del Club. "El ejercicio duró quince minutos", explicó Íñigo García, el prevencionista encargado de evaluar el ejercio.

Antes de que nada, los profesores habían guiado a sus grupos al interior del auditorio. Allí el personal del Niemeyer los acomodós. Francisco Barreñada, el jefe de los Bomberos de la zona central, ofreció una charla sobre el escenario del Niemeyer. Les reclamó calma. "Si estáis tranquilos, estarán tranquilos vuestros compañeros", sintetizó.

Todo listo para la función, sonó la alarma. "Desalojen el auditorio. Esto es un simulacro", se escuchó por la megafonía. Los 546 salieron del teatro por las dos puertas de emergencias y por las dos principales, se agruparon en las puertas a la espera de los bomberos. Sólo habían pasado 4,5 minutos.