La pesca de merluza o pixín está asegurada en el cañón de Avilés. La inclusión de la gran sima abisal en la red de áreas marinas protegidas de España (Rampe) no perjudicará al sector pesquero asturiano, según avanzó ayer el director general de Pesca, Alberto Vizcaíno. "Los pescadores asturianos redactarán el plan de pesca en el Cañón. Este es el ofrecimiento que les ha hecho el Gobierno regional", subrayó. El precedente a este gesto está en el archipiélago de las Islas Baleares, donde el sector pesquero redactó de acuerdo con la comunidad autónoma el proyecto de gestión del canal de Menorca, igual que la fosa avilesina declarada área marina protegida.

"En todas las reuniones que hemos mantenido con el sector pesquero se ha ensalzado los valores naturales extraordinarios del cañón de Avilés, una riqueza que, como es lógico, precisa protección. Pero también hay que desterrar miedos: después de treinta años de pesca intensiva no se van a vedar zonas, no tiene sentido limitar la pesquería", recalcó Vizcaíno. Y agregó que "hay que aplicar el sentido común". "Nadie va a convertir el cañón de Avilés en un parque temático y, donde hasta ahora se pescó se seguirá pescando, porque son zonas que no afectan a los hábitat dignos de protección", señaló.

El plan de pesca que elaborarán los profesionales asturianos podría estar listo en solo unas semanas. "La tramitación de dicho documento con la dirección general del Estado también es rápido pero no hay prisa porque tenemos un plazo de hasta seis años para elaborar el informe", concluyó Vizcaíno, que reiteró en todo momento la importancia de "quitar los miedos" acerca de la protección del Cañón.

Desde el Ministerio de Medio Ambiente, se defiende a su vez que la conservación de la biodiversidad de los mares "no es una cuestión estética sino de responsabilidad y oportunidad". Destacan igualmente que en el plan de gestión del cañón de Avilés se establecerán medidas normativas y técnicas "para lograr la integración de los objetivos de conservación con las actividades humanas".