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RAMÓN LLUIS BANDE | Director de "El nome de los árboles"

"La grandeza de los guerrilleros es que no se rindieron nunca"

"Tras las muertes de Manolín el de Llorío y de Felipe Matarranz no hay testimonio directo de los maquis"

Ramón Lluis Bande. J. R. SILVEIRA

Ramón Lluis Bande (Gijón, 1972) es el director de la película documental "El nome de los árboles", la segunda parte del díptico sobre la guerrilla asturiana que se presenta este domingo día 7 (20.00 horas) en el cine del Niemeyer.

-"El nome de los árboles" y "Equí n'otru tiempu" siguen la misma estela.

-"El nome de los árboles", la película que presentamos este domingo, quizá sea la segunda parte de un díptico sobre la guerrilla asturiana que inicié el año pasado con "Equí n'otru tiempu".

-Aquí hablan algunos de los protagonistas

-Eso. En "Equí n'otru tiempu" dejaba que los lugares físicos fueran los que tuvieran la voz. Me interesaba ahora dar voz a los que vivieron en primera persona aquellos años que habían estado ocultos en la historia de Asturias.

-¿Qué conclusión alcanza?

-No sé si se trata de alcanzar o no una conclusión. Lo único que de verdad sé es que en la película se refleja la memoria cierta de los que lucharon por el mantenimiento del sistema democrático que venía de la República. Lo que me interesaba era saber qué se entiende ahora -en 2014, cuando rodamos la película- por memoria histórica, sobre todo, lo que entienden los vecinos que fueron testigos de la lucha.

-Todo esto le viene de lejos: de su relación con el maquis Manolín el Llorío.

-Siempre digo lo mismo: este díptico que ahora concluyo no existiría si no hubiera conocido a Manolo el de Llorío, el protagonista de "Estratexa". Me extrañaba entonces, en 2003, que nadie hubiera contado la historia de Manolo. Por eso decidí contarla desde el punto de vista cinematográfico.

-Tres películas sobre la guerrilla.

-Tres, pero de planteamiento formal de ellas es absolutamente distinto. Te podría decir más: "Equí n'otru tiempu" y "El nome de los árboles" son películas antagónicas. Esta última responde a una urgencia, "Equí n'otru tiempu", sin embargo, no. Esta última película responde a un planteamiento claro desde el primer momento: presentar los lugares donde murieron los guerrilleros por medio de pequeños textos explicativos de lo que sucedió.

-Eso sólo, y conseguía que el espectador escuchase lo que había pasado.

-Me interesa mucho lo que dicen los espectadores porque pueden contribuir a encontrar el significado final de la película, lo que yo no he podido encontrar.

-Ramón García Piñeiro, Gerardo Iglesias, usted mismo... ¿Qué falta por contar del maquis?

-Siempre hay cosas por hacer. Es cierto, eso sí, que en estos últimos años la divulgación del tiempo de la guerrilla se ha incrementado notablemente. García Piñeiro ha escrito una obra maestra, Iglesias ha escrito biografías olvidadas y nosotros hemos contribuido a este asunto con estas películas nuestras. Lo que finalmente hemos hecho es contribuir a poner al día un episodio de nuestra historia que había estado fuera de la historia.

-Los guerrilleros asturianos ya están todos muertos.

-En la última parte de "El nome de los árboles" habla Quilino el de Polio. Fue enlace de una partida de guerrilleros, estuvo con ellos. Tras las muertes de Manolín el de Llorío y de Felipe Matarranz, los últimos, ya no hay testimonio directo de lo que sucedió en los años posteriores a la Guerra Civil.

-¿Qué ha aprendido en este tiempo de la guerrilla?

-Su grandeza, la que les llevó a no rendirse nunca cuando sabían que todo estaba perdido. Mantuvieron la lucha, pese a todo, y consiguieron en la Transición un nuevo olvido. Los que vencieron, les olvidaron y, con la Transición, volvieron a ser olvidados. Esa fue su tragedia.

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