Donde pone 15.929 euros debería decir 27.597 euros. Este es el error en la sentencia, señalado por el hostelero del Niemeyer, que el juez ha reconocido y que se refiere a la cantidad adeudada por la Fundación del Niemeyer a dicho empresario, Enrique Martínez Ondina, por las obras y mejoras realizadas en la torre y en la cafetería del centro cultural. Este error abre de nuevo el plazo para que el hostelero y su hija Laura Martínez recurran la sentencia dictada por el Juzgado de primera instancia número siete de Avilés, que les obliga a abandonar el servicio de hostelería del Niemeyer y también a abonar 105.882 euros en concepto de los cánones pactados en la firma del contrato. Según explicó su abogado, Gabriel Giraudo, es muy probable que recurran. En cambio, la Fundación del Niemeyer ya ha indicado que la sentencia demuestra que los problemas con la hostelería no tuvieron nada que ver con la gerencia del centro.

Por otra parte, ya hay fecha para el acto de conciliación derivado de la denuncia que el adjudicatario del servicio de hostelería del Centro Niemeyer interpuso contra el responsable de mantenimiento del complejo, Eloy Uría, por las afirmaciones que arrojó en la vista que se celebró en diciembre en los juzgados avilesinos. El trabajador del centro cultural aseguró que el hostelero Enrique Martínez Ondina "llegó a salir a la plaza enarbolando un cuchillo, diciendo que quería matar a alguien y preguntando por el gerente". El acto de conciliación está señalado para el martes 16 de febrero.

El abogado de Ondina calificó de "dolorosamente incierta" la acusación de Uría, y aseguró que no existía ninguna denuncia por unos hechos que, supuestamente, ocurrieron en una plaza pública a plena luz del día. La denuncia se debe a que, según la defensa del hostelero, las declaraciones han atentado contra la honorabilidad de su representado, más si cabe teniendo en cuenta que Ondina tiene un empleo de cara al público.