"No hay que llorar, que la vida es un Carnaval y las penas se van cantando". Así, con salsa y la estampa de Celia Cruz encarnada en Ana Peláez, irrumpieron en el escenario del Parche las chicas de "Efecto Mariposa", princesas por aclamación popular y a punto de ser reinas, vestidas de blanco y coronadas de plata, aunque con boas de colores en torno al cuello. "Gracias por el montón de votos que nos trajeron hasta aquí, gracias a vosotros ganamos por goleada", dijeron al público, en alusión a la cómoda victoria que consiguieron en el proceso electoral. Y, luego, las musas se pusieron bailongas, con el azúcar de Celia Cruz.

La plaza de España logró un lleno pocas veces visto en un acto de coronación. Había vendedores de globos, leones, José Ángel del Río en su papel de sardino mayor (que, aunque jubilado, sigue cumpliendo con el Antroxu), indios, mexicanos y un spiderman en carricoche. En las mesas de las terrazas, algunos se animaron al baile.

La coronación de las reinas fue singular. Y es que los que tenían que pasarles el testigo, los vikingos de la peña "Avante", causaron baja y dejaron plantadas a las princesas. Pero ellas, ni cortas ni perezosas, lo solucionaron con una autocoronación, como si fueran el mismísimo Napoleón. "¿Estáis preparados para el Antroxu?", arengó Carmen Peláez, después de prometer llevar con honor la corona, bailar, cantar y folixar durante el resto del año. Aplausos y reverencias para comenzar el reinado.

Y si todo empezó con azúcar, continuó con sal, de la mano del grupo de teatro "Selena", que interpretó el corto "Dos güelas y una moto". El público rió con las aventuras de las dos venerables señoras que, ni cortas ni perezosas, se montaron en una moto para ir al Descenso, con los cascos puestos como espinilleras. Así, de esa guisa, "Efecto Mariposa" comenzó el reinado.