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Cruz Roja planea una reforma integral de su sede para ofrecer nuevos servicios

Las estancias de la entidad en la calle Jovellanos serán rehabilitadas y ampliadas para disponer de más despachos y salas para cursos

Una estancia de la sede de Cruz Roja en la calle Jovellanos. RICARDO SOLÍS

Cruz Roja ya tiene luz verde para remodelar el edificio de la calle Jovellanos, cuyo uso le cedió el Ayuntamiento en su totalidad tras dejar de prestar su uso como asilo. La junta de gobierno aceptó el proyecto que presentó la ONG, que ahora se propone contratar la obra lo antes posible, en cuanto la central de Madrid autorice el gasto. "Estábamos esperando el permiso municipal como agua de mayo", afirma el presidente de la asamblea local de Avilés, Belarmino Martínez. Si todo va bien, las nuevas instalaciones podrán inaugurarse en verano.

El objetivo de la asamblea avilesina es remodelar la planta baja del edificio, que ya ocupa Cruz Roja, y también la primera planta, para disponer de oficinas de atención al público, despachos y aulas para la formación. Uno de los propósitos de la organización es que estas nuevas aulas estén homologadas para poder impartir cursos oficiales del servicio de empleo, además de otro tipo de seminarios. "Las oficinas actuales las tenemos saturadas, así podremos ampliarlas y hacer más, y disponer también de dos salas pequeñas polivalentes para poder trabajar en los proyectos que tenemos en marcha". En el primer piso, habrá dos despachos y la sala de juntas (que actualmente está en la planta baja), así como aulas.

El edificio de la calle Jovellanos dispone de otras tres plantas, y a más largo plazo Cruz Roja tiene también planes para ellas. Este es el espacio que la entidad se plantea acondicionar para acoger a refugiados, aunque el retraso en su llegada ha dejado este proyecto en punto muerto.

Cada una de esas tres plantas tiene ocho habitaciones con baño compartido, y la organización se ha planteado rehabilitar los espacios, que están muy deteriorados, y añadir zonas comunes a modo de sala de estar. "Esta idea está de momento en un impás. Parecía que los refugiados sirios iban a llegar de forma inminente, pero finalmente no ha sido así", explica Belarmino Martínez.

El edificio de la calle Jovellanos se construyó bajo el mandato del alcalde de Avilés Francisco Orejas Sierra, en la década de los años setenta, por iniciativa de su hermana María Antonia, que por aquellas fechas era presidenta de la Asamblea Local de la Cruz Roja Española. La benefectora llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento para levantar en un solar de titularidad municipal un hospital de Cruz Roja.

El Ayuntamiento le cedió el solar con la condición de que en el momento en que el inmueble dejase de ser hospital había que devolver la titularidad al municipio. Cuando eso ocurrió, fue el Principado quien se hizo con la gestión del inmueble, para convertirlo en asilo de ancianos. La apertura del nuevo residencial geriátrico del No-Do supuso el cierre de la instalación, que ya estaba muy deteriorada por el paso del tiempo.

Fue en ese momento cuando Cruz Roja solicitó formalmente al Ayuntamiento de Avilés y al Principado la cesión del edificio, que le fue concedida con la condición de que la totalidad del inmueble debe dedicarse a actividades "sociales y humanitarias relacionadas con el objeto de la institución". Con ese fin se plantea ahora la remodelación, que podría comenzar en cuestión de semanas.

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