A "Las Zascanduri" se las aguardaba en la plaza de España, pero estaban en el auditorio de la Casa de Cultura. El programa del Antroxu ya lo advertía: en caso de lluvia, bajo techo. Lo que sucede es que ayer por la tarde apenas chispeó. "Las Zascanduri y la escuela de duendes" es un espectáculo musical producido por "El bosque flotante" que ayer tarde dejó pequeño el auditorio del centro cultural avilesino (con 700 y pico butacas). Normal: padres y guajes se habían conjurado para disfrutar durante un rato de la magia que supone mantener la inocencia sobre todas las cosas, que de eso, a fin de cuentas, iba el montaje que comenzó con canciones. Y también con canciones y aplausos concluyó.

"Hola, soy Zas", dijo la primera de las duendes, con violín y todo. "Can" y "Duri" saludaron después y las tres juntas consiguieron sonrisas y bocas abiertas. La platea se llenó de princesas, animales de todas las clases posibles y también de supermanes: niños de todas las edades antroxaos en su mejor día. Una voz en off recibió a los espectadores reclamando lo mismo que Peter Pan: imaginación para disfrutar de la magia. Y de esa hubo mucha ayer por la tarde.

Familias enteras tirando de carricoches aparcaron a las puertas del auditorio. Padres, abuelos, tíos... todos se emboscaron en el mundo propuesto por las tres duendes y quedaron contentos. Se perdonó el traslado del montaje. Mejor prevenir que lamentar. Por la tarde, "Amazona" presentó su espectáculo de danza contemporánea. Los domingos de Carnaval se hicieron para los niños.