Magia, poesía y música para mejorar las condiciones de vida de las personas refugiadas, migrantes y en situación o riesgo de exclusión social. El festival infantil celebrado ayer en el Centro Niemeyer de la mano de la ONG Accem cumplió con creces su doble objetivo: entretener y divertir al público más joven y recaudar fondos para los proyectos que la entidad sin ánimo de lucro lleva a cabo en favor de los derechos de las personas más vulnerables de la sociedad.

Durante una hora y media, la gran sala roja del centro cultural de la ría rezumó alegría. Tanto desde lo alto del escenario como en el corazón del patio de butacas lleno de familias con niños pequeños se vivió un ambiente cargado de risas y júbilo. El arte y el entretenimiento caminaron de la mano en un festival cuya presentación corrió a cargo de Adrián Conde. Este mago-clown nacido en 1978 en Buenos Aires combina música, circo, teatro, malabares, mimo y magia en los espectáculos con los que recorre Europa, Latinoamérica y también Corea y los Emiratos Árabes. En Avilés, Conde presentó "El gran Braulio".

Los niños fueron igualmente partícipes del encuentro solidario de Accem ya que ofrecieron varias lecturas del poemario "Arroz, agua y maíz", escrito por Berta Piñán, ilustrado por Elena Fernández y editado originariamente en asturiano y en el año 2010 también en castellano. Este poemario ilustrado obtuvo el I Premio de Literatura Infantil y Juvenil María Josefa Canellada y diploma en los Premios Visual de Diseño Editorial.

Del apartado musical se encargó ayer en el Niemeyer "Petit Pop" , grupo asturiano integrado por Pedro Vigil (bajo, voz), Mar Álvarez (voz, guitarra), Covadonga de Silva (batería, voz) y Lara González (teclista, voz). La banda formada en 2010 interpretó algunas canciones de su reciente cuarto disco titulado "Vamos en bici", con "música molona para toda la familia".