Un jurado enjuiciará a partir de mañana a Ramón Ángel Álvarez Tuero, acusado de la muerte de José Antonio Leiva -el padre de los cuatro niños que fueron arrojados por su madre al mar en La Peñona de Salinas, el 26 de noviembre de 1991-, que murió con el corazón atravesado por un bastón roto en la tarde del 17 de agosto de 2014, en una chabola de El Ventorrillo, en el concejo de Castrillón. El juicio se desarrollará en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, con sede en Oviedo. El ministerio público solicita ocho años de cárcel para el acusado, quien asegura que no mató de forma premeditada a Leiva, sino que éste se abalanzó sobre el bastón que le causó la muerte.

Los dos hombres, el acusado, que tenía en ese momento 65 años, y la víctima, de 69, convivían en esta precaria chabola. Álvarez Tuero había salido poco antes de prisión tras cumplir condena por otro homicidio cometido en 2008. Los dos empezaron a discutir por motivos intrascendentes y al parecer Leiva comenzó a golpear a Álvarez Tuero con un palo, llegando a fracturarle dos costillas.

De la violencia del ataque da prueba las lesiones que presentaba el acusado, sobre todo en el rostro y la cabeza, cuando compareció ante el Juzgado de guardia. Como reacción, el acusado esgrimió un bastón roto, aunque terminado en punta. Un solo pinchazo fue suficiente para acabar con la vida de Leiva, un hombre que 23 años atrás ocupó las portadas de numerosos periódicos por la atroz muerte de sus cuatro hijos, arrojados al mar por su propia madre.