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La marañuela une Candás y Luanco

Los vecinos de las dos villas marineras apoyan la denominación de origen para su postre común, siempre que se reconozcan las diferencias en su elaboración

Las villas de Candás y Luanco tienen mucho en común. Ambas son marineras y cuentan con una milenaria tradición pesquera y también en las dos se elaboran marañuelas, sobre todo, en esta época del año próxima a la Semana Santa. Los vecinos de las capitales de los dos concejos de la comarca de Peñas son conscientes de que la marañuela es diferente a uno y otro lado del río Pielgo, pero aun así este postre siempre ha generado polémica.

"La polémica está en cuál sabe mejor, y eso es ilógico, porque son diferentes, se hacen de manera diferente", comenta la pastelera luanquina Inmaculada Álvarez, que ya entregó más de cincuenta firmas de la campaña que busca la obtención de la Indicación Geográfica Protegida, la denominada IGP, para que ambos postres, el de Carreño y el de Gozón, gocen de protección. Los vecinos de ambos municipios están encantados con la propuesta, eso sí, si se respeta cada una de las singularidades. Esa es precisamente la idea de Víctor Manuel Suárez, impulsor de la propuesta, para posteriormente elevar a la Mancomunidad del cabo Peñas.

"Me parece correcto que se solicite la denominación de origen de este producto típico", expresa el candasín José Antonio Echevarría, a pocos metros de una pastelería en la que el olor a marañuela invade parte de la calle. Marta Fernández, también de Candás, considera que la idea de promover una denominación de origen para los postres típicos es "una buena idea" porque permitirá "conservar lo que es nuestro, las marañuelas".

Al tiempo, en Luanco, Ludivina González entiende que la protección de las marañuelas ayudará a promocionar más el turismo en Gozón y en Carreño. Otros como José Enrique García pensaban que el postre típico ya contaba con denominación de origen, y el hecho de que no la tenga le extrañó. "Es un producto típico y debe estar protegido", señala el vecino luanquín.

La candasina María Cuervo entiende que la protección de la marañuela traerá consigo más promoción. "Es un producto típico de Candás, que es más elaborado que el de Luanco, es más, los ingredientes no son los mismos, por eso creo que se han de proteger las dos", indica Cuervo, que no duda en afirmar que pese a la "piquilla" entre Candás y Luanco a cuenta del postre, "la marañuela tiene su origen en Antromero -localidad gozoniega que hace frontera entre Gozón y Carreño- y la trajeron los vikingos. Los marineros solían llevarlas cuando iban a la mar".

Geni Serrano también se refiere a que la denominación de origen dará más promoción al postre, lo mismo que opina Juan Antonio García, que considera que estas propuestas "solo dan beneficios para el pueblo".

La luanquina María Fernández lo tiene claro: "Las marañuelas de Candás son buenas a su manera y las de Luanco también. Le gustarán a las personas que les guste el dulce, pero yo estoy más acostumbrada a las luanquinas y es que no se pueden comparar, no tienen los mismos ingredientes".

Otras voces hablan de que si una u otra pasta o, mejor dicho, la manera de elaborarla es anterior en Luanco o en Candás o viceversa. Sin embargo, la recogida de firmas no busca generar polémicas entre marañuelas, sino todo lo contrario. El promotor, como conocedor de la "piquilla", evitó solicitar una distinción para la comarca del cabo Peñas y pidió que la posible futura identificación geográfica protegida sea para, por un lado, el postre luanquín y por otro, el candasín, dado que se elaboran con ingredientes diferentes.

La mayor diferencia entre las marañuelas está en los huevos necesarios para su elaboración. Mientras que en Luanco las personas que la preparan usan once yemas y solo un huevo entero, en Candás emplean doce huevos enteros. Además, las cantidades del resto de elementos -harina, azúcar, mantequilla cocida y raspadura de limón-, también varían. Es más, los postres candasinos pueden llevar también canela u otros añadidos. "La marañuela de Candás quizá pueda parecerse más al bollo de marañuela de Luanco, pero insisto, cada postre es diferente", concluye la pastelera Inmaculada Álvarez, que como el resto de los vecinos de Candás y Luanco consultados ayer por este periódico desean que su dulce estrella tenga denominación de origen, eso sí, identificando a cada villa.

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