La firma avilesina Electricidad Tito y la cadena guipuzcoana Elektra tienen previsto rubricar esta semana el acuerdo en virtud del cual la primera quedará adherida a la red comercial de la segunda, integrada por 17 empresas distribuidoras, 48 puntos de venta en toda España, 45.000 metros cuadrados de superficie de almacenamiento y una plantilla de 800 personas. La integración de Electricidad Tito en Elektra será efectiva desde el lunes y se basa en la venta de la totalidad de las acciones de la empresa avilesina a La Eléctrica de Gijón, a su vez participada en un 90 por ciento por Elektra. Todas las partes involucradas en la operación guardan la máxima discreción sobre el importe de la misma.
La empresa que fundó en 1979 el ya fallecido Tito Manuel García García aportará al gigante vasco de los componente eléctricos sus instalaciones comerciales en la calle Palacio Valdés y en el parque empresarial Principado de Asturias y 17 trabajadores. Una de las premisas de esta integración es su escasa afectación al empleo, que según fuentes consultadas se limitará a la supresión de un puesto de trabajo en las oficinas, la consecuencia de una fusión que, entre otras ventajas, reducirá los costes de gestión administrativa al quedar centralizada ésta en una sola oficina.
La marca "Electricidad Tito" seguirá siendo la enseña identificativa del negocio de puertas afuera, si bien La Eléctrica también hará constar su nombre en la cartelería, la publicidad y la documentación de la empresa en cuanto se rubrique la compra. La decisión de mantener el nombre original de la empresa avilesina -una rara excepción para lo que suele ser habitual cuando el grupo vasco expande su tamaño- responde, como en su día ocurrió con la firma gijonesa La Eléctrica, a la fuerte identificación de la clientela con el mismo.
Los responsables de Elektra y La Eléctrica han visto en Electricidad Tito la mejor puerta de entrada posible al mercado avilesino, caracterizado por la gran concentración de industrias, un sector que consumen grandes cantidades de material eléctrico. Ambas partes salen ganando, según la versión de La Eléctrica, pues quien compra gana mercado sin arriesgarse a una inversión azarosa y quien vende evita la incertidumbre asociada a la crisis, que ha hecho estragos en un sector, el de la distribución de material eléctrico, donde sólo el año pasado cerraron sus puertas tres empresas asturianas, según fuentes de la asociación profesional.
