La presentación del libro "Yo taba ellí", de María Esther García, en la Casa de Cultura de Avilés se convirtió ayer en una defensa de la lengua asturiana y más después de que, en el Parlamento autonómico y tras que una queja del PP, no se vaya a utilizar en las comunicaciones y convocatoria de la comisión no permanente creada sobre el uso y promoción de la lengua regional. "Estamos en un territorio del mediocre, la provocación y de la estulticia en determinados dirigentes políticos", espetó Adolfo Camilo Díaz, escritor y gestor cultural, que presentó a García en el acto, organizado en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Avilés. La autora aseguró, en ese sentido, que una lengua "tiene para sus hablantes no solo connotaciones comunicativas sino también culturales y el pisotearla causa desarraigo y desencanto entre la mayoría de la gente". "Es una forma de entender el mundo", sentenció García.

Ya metidos en el libro, que consta de 21 relatos cortos, la autora aseguró que los escritores "se inspiran en diferentes cosas". "Soy muy observadora y cualquier momento puede inspirarte un relato; puedes ver la realidad de diferente manera a otra persona", explicó. Uno de los hilos comunes de los relatos es el ambiente festivo, donde, según la autora, suceden muchas cosas alrededor, como la soledad, la desesperanza, los amores y desamores, la alegría... Sobre si tiene algo de autobiográfico, García aseguró que es "muy difícil desprenderse de la trayectoria vital" a la hora de escribir un libro. "Siempre debe haber algo tuyo en los escritos. Nos marca el poso que nos deja el lugar donde naciste, donde vives, la gente que te rodea en el camino de la vida", afirmó.

Adolfo Camilo Díaz, por su parte, valoró el trabajo de la autora valdesana y afirmó que los relatos de "Yo taba ellí" "fija unos finales muy redondos, muy de poeta haciendo narrativa". "Delata gusto por la palabra. Son historias bien armadas, elegantes, hasta cuando cuenta algo brutal. El tema de la fiesta es un elemento más para el conflicto", destacó el también escritor. Así, por las historias de María Esther García hay un recorrido por fiestas como El Bollo, San Timoteo o la hoguera de San Juan. "La llingua en este libro es clave y se entiende perfectamente. No hay llingua inventada, hay expresiones reconocibles. Hay políticos que parece que nos quieren llevar a hace 30 o 40 años", concluyó Díaz. Al acto, también acudió Esther Prieto, de la editorial Trabe.