"La percepción del médico en los últimos treinta años ha cambiado. De ser una referencia, una persona de criterio con autoridad moral y profesional y un consejero de la familia en la toma de decisiones, ha pasado a estar aplastado por la administración. Ahora, es el Estado el que tiene el poder a través de una cadena de mandos: gerentes, directores médicos, subdirectores y coordinadores de gestión. El médico ha perdido la autoridad y la autonomía", señaló ayer el oncólogo Ángel Jiménez Lacave durante una charla que ofreció en el Centro de Servicios Universitarios como colofón a un ciclo de conferencias médicas, organizado por la Sociedad Económica Amigos del País y que coordinó el doctor Armando Suárez Solís.

Si bien Lacave resaltó el elevado nivel de la sanidad Española en general y de la asturiana en particular -"como enfermo, estoy muy satisfecho por la atención técnica y humana que recibí este verano en el HUCA"-, centró su intervención en el análisis de las corrientes culturales, filosóficas, técnicas y administrativas que están teniendo un influjo negativo en la práctica de la medicina actual.

Así, a la hora de hablar de la relación entre el médico y el enfermo, quien fue jefe de Oncología Médica del Hospital Central de Asturias (HUCA) describió los factores que han modificado el vínculo entre ambos. Frente a la confianza de años atrás, el especialista indicó que "ahora la relación es más fría". Considera que el médico se ha convertido en "un técnico, un agente de producción, que sumado al papel preponderante de los directores y del enfermo, ha quedado encorsetado, reaccionando con un estilo de medicina a la defensiva".

Asimismo, en el acto, en el que estuvo acompañado por Antonio Sabino, presidente de Amigos del País, y Suárez Solís, Lacave señaló que "por el cúmulo de derechos que se están reivindicando, la tecnificación, la súper especialización y el avance de la telemática se ha ido alejando de la implicación, de la confianza y de la visión de conjunto del enfermo". "Así me lo manifiestan tanto familiares como algunos enfermos que acuden a la consulta", añadió.

El oncólogo habló igualmente del papel que juegan las nuevas tecnologías en el ejercicio de la medicina. Junto a las ventajas que están aportado comentó alguna desventaja: "Han quitado tiempo a los médicos y hay personas que dicen que desde que tenemos ordenadores, el médico ya no mira al enfermo".

En la conferencia, que tituló "Influencia de la cultura actual en la relación médico enfermo", Lacave también se refirió a internet y cómo en algunas ocasiones "los enfermos tienen más datos a que uno mismo de la enfermedad, aunque la interpretación de esos datos no la hacen".

En su análisis de los aspectos negativos de la práctica médica, criticó que "debido a la falta de prosperidad de médicos valiosos prolifera el enchufismo". "El profesional valioso no prospera y hay una falta de maestros. Al ser peores no florecen", espetó el especialista.

La charla comenzó con un análisis sobre cómo ha ido calando en la sociedad la impunidad, la indiferencia religiosa, el pensamiento débil o lo políticamente correcto "que está dejando al individuo sin una guía de actuación". Y concluyó destacando la necesidad que tiene el médico de marcar los límites éticos de la medicina. "Si el médico no defiende la ética serán las leyes positivas las que marcarán la ética, muchas veces en contra de la deontología médica", dijo el médico.