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Recreos con vitaminas

"Damos pasos que no logran muchos padres", dicen los docentes de los centros con un proyecto para el consumo de fruta

Alumnos del colegio Sabugo toman un zumo natural.

El recreo comenzó ayer para un buen número de niños de Educación Infantil y Primaria de Avilés con un tentempié cargado de vitaminas. A media mañana, y a través del programa Fruta en la escuela, los profesores de los colegios participantes en este proyecto saludable entregaron una manzana, plátano, kiwi, naranja o zumo ecológico a cada escolar. El objetivo de esta iniciativa que se desarrolla una semana al mes -entre febrero y junio- es promover el consumo de un nutriente básico en la dieta de la población.

Los equipos docentes de los colegios aplauden este programa que inicia la segunda edición. "En general, los niños aceptan muy bien la fruta. Si tras repartirla sobran piezas, las dejamos en una cesta en el vestíbulo para que los alumnos las cojan libremente. Y desaparecen todas", comenta Esperanza Medina, jefa de estudios del colegio público Sabugo.

Ramón Estévanez, director del colegio Enrique Alonso, señala por su parte que la fruta es para algunos alumnos el complemento a otro alimento que llevan cada día para el recreo: bocadillo, yogur o galletas. En este centro, explica, la pieza se consume dentro del aula, unos minutos antes del descanso de la mañana, "para tomarla sosegadamente, asegurar que la comen y aprovechar los mondos, que seleccionamos en unas bolsas especiales y sirven para nutrir nuestro huerto".

Unos días antes del reparto de la fruta, las familias reciben una circular informándoles del programa. "Les pedimos que los niños traigan unas servilletas y una cucharilla para tomar el kiwi", comenta Estévanez. Precisamente, esta fruta originaria de China e introducida a principios del siglo pasado en Nueva Zelanda, es la que más recelos despierta entre los jóvenes estudiantes por ser la menos consumida, indican los profesores, conscientes de los buenos hábitos que están adquiriendo sus alumnos. "Creo que damos pasos adelante importantes y conseguimos lo que no consiguen las familias, según nos comentan muchos de los padres. La pena es que termina esta semana y algunos niños vuelven a la bollería industrial", concluye Estévanez.

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