El gobierno avilesino quiere tener las fiestas en paz y, con tal motivo, reunió ayer a los responsables de las entidades ciudadanas y comisiones que organizan ese tipo de actos populares para repasar con ellos los requisitos existentes para la celebración de festejos, además de explicar las novedades referidas al uso de artefactos pirotécnicos. La concejala de Fiestas, Ana Hevia, y el jefe en funciones de la Policía Local, Rafael Rodríguez, llevaron la voz cantante y dejaron claro que el Ayuntamiento de Avilés está por la labor de hacer cumplir la ley para que prime la seguridad.

"Sé que cuanto más 'atornillamos', más ponéis el grito en el cielo, pero la experiencia de los últimos 14 años -un tiempo en el que la normativa se ha ido volviendo más y más exigente- demuestra que es posible combinar la diversión con la seguridad", dijo, a modo de introducción, el intendente Rafael Rodríguez. Algunos de los aludidos dieron la razón a regañadientes al jefe policial y casi todos dejaron constancia de dos aspectos que les trastornan especialmente: el mucho papeleo que conlleva organizar una fiesta y el coste económico que tiene cumplir con las leyes en materia de seguros, planes de emergencia, asistencia sanitaria (en los casos que la misma es requerida) y de más, según las cuentas de los interesados "de dos mil a tres mil euros".

A modo de extracto, estas son las cuestiones que deben tener presentes los organizadores de actos festivos y lúdicos en Avilés.

Documentación. Para obtener el permiso municipal de celebración de una fiesta hay que aportar, con cuanto más tiempo mejor, una memoria técnica de seguridad del recinto (la elabora un técnico acreditado), un plan de emergencia y el seguro de responsabilidad civil.

Artefactos pirotécnicos. La nueva normativa los divide en categorías y acota quiénes pueden manipularlos según su potencia, desde artificieros profesionales a niños. Los populares "voladores", por ejemplo, solo podrán ser tirados por personas mayores de 18 años y guardando un radio de seguridad de al menos diez metros de distancia a la gente. Hay pautas, de puro sentido común, sobre el almacenamiento, el transporte en vehículos particulares y como norma general siempre que se vayan a quemar más de diez kilos de material hay que contratar a una pirotecnia el lanzamiento.

Servicios médicos. En todas las pruebas deportivas será obligado contar con ambulancia y, al menos, un médico.

Horarios de verbena. El Ayuntamiento quiere ser flexible al respecto y, en consecuencia, no hay un límite prefijado de duración de las verbenas más allá del que aconsejan la costumbre y, en su caso, las quejas vecinales, inhabituales por otra parte.