La remodelación de las dos casas gemelas de Galiana, cuyas obras quedaron interrumpidas hace más de cuatro años por orden de Patrimonio, sigue sin contar con el beneplácito del Ayuntamiento de Avilés. La junta de gobierno ha vuelto a denegar, como ya hiciera en otras ocasiones, la legalización de los trabajados ejecutadas en estas viviendas, que se corresponden con los números 25 y 27 de la céntrica calle, ya que iban más allá de lo concedido en la licencia municipal.
La comisión permanente del Consejo de Patrimonio del Principado de Asturias denunció en octubre de 2011 las obras, con la afirmación de que no se estaba haciendo una reconstrucción sino una "rehabilitación brutal" de dos edificios, que datan de finales del siglo XVII o principios del XVIII. El problema partió, según Patrimonio, de que el Ayuntamiento no había pedido autorización al Gobierno autonómico, algo preceptivo porque las casas están incluidas en la declaración de conjunto histórico de 1955, documento aún vigente. Y el Consistorio, pese a defender que tenía la potestad de conceder la licencia, aseguró que los promotores se habían excedido respecto a lo aprobado.
El valor de estos edificios de Galiana estaba en mantenerse de forma inalterada desde que se abrió la calle en dirección a Grado. Pero la reconstrucción que pidió paralizar Patrimonio no tenía en cuenta esa historia. Estas dos casas forman conjunto con una tercera construcción, la que hace esquina con la entrada del parque de Ferrera, una vivienda que ahora peligra, ya que sufrió las consecuencias de las obras colindantes.
El constructor se vio, dadas las circunstancias, en la necesidad de solicitar un expediente de legalización de las obras. Y, aunque ahora intentó recurrir el acuerdo, la junta de gobierno lo acaba de desestimar. Los requerimientos que siguen pesando sobre el promotor de la obra pasan por presentar una nueva propuesta para la fachada principal, "de idéntico alzado, carácter, calidad material y diseño a la destruida, y que sea respetuosa con los valores que acreditan el nivel de protección que disfrutan ambas casas".
Además, los responsables de los trabajos tendrá que demoler, posteriormente, el paramento de la fachada principal, tanto en la planta baja como en la planta primera, y su reconstrucción conforme a la propuesta que haya autorizado la Consejería de Cultura. Por último, el promotor tiene que reparar el arco medianero del soportal correspondiente a la casa colindante, dañado por la obra, lo que pone en peligro la propia estabilidad del edificio. Mientras todo esto no ocurra, las históricas casas gemelas de Galiana seguirán viendo pasar el tiempo a la espera de una reforma que se hace de rogar.
