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Un amante de la naturaleza cuya vocación afloró gracias a la profesora Esther Carreño

Hace 30 años comenzó todo. Fue entonces cuando César Álvarez Lao y otros fundadores de Mavea se conocieron; eran estudiantes de Biológicas. Tras unos años yendo de forma regular a ver aves a la ría, decidieron poner en marcha la asociación, que lleva el nombre asturiano del cormorán moñudo. "Y en 1987 decidimos empezar a coordinar a la gente que pasaba por la ría y hacer informes anuales". Esos registros puntuales duraron veinte años, hasta que hace ahora una década Mavea puso en marcha su blog. "Los censos se cuelgan allí ahora. Es importante que el trabajo esté al alcance de la ciudadanía", afirma este amante de la naturaleza. Con estas premisas planteó César Álvarez Lao su tesis, que comenzó hace 8 o 9 años. Había mucho material recogido pendiente de estudiar. Ese fue el origen del máster que acaba de presentar.

Pero en realidad, más allá de esos treinta años ligado a Mavea y a las aves de la ría, hay un nombre que marcó la vocación de César Álvarez Lao: la profesora Esther Carreño, que le impartió clase de Ciencias Naturales en 1º de BUP en el Carreño Miranda. "Ella fue quien me inculcó el interés por la naturaleza. Era una profesora que divulgaba muy bien, tenía mucha pasión por dar clase". Dos prácticas, concretamente, le quedaron grabadas al futuro biólogo: una de minerales en el laboratorio, y un herbario de las hojas de los árboles del Ferrera: "Luego a partir de ahí fueron los pájaros y el resto de la naturaleza".

Si en el Carreño Miranda empezó todo, Álvarez Lao cierra ahora el círculo, ya que Mavea comienza ahora un ciclo de actividades para los alumnos en el centro. "El objetivo es crear un grupo de medio ambiente en el instituto Carreño Miranda".

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