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Rivero reclama más promoción

Los comerciantes piden un plan de medidas para activar los negocios y critican el agravio frente a otras calles del centro

Un cliente de un bar, fumando un cigarro en el exterior. MARA VILLAMUZA

Los comerciantes de Rivero se lamentan del abandono que sufre la vía peatonal más larga de la ciudad. A pesar del alto flujo de viandantes que transitan por esta avenida de gran belleza y singularidad, aseguran "hacer milagros" para mantener con vida los negocios y critican el agravio comparativo que sufren frente a otras de las calles que arrancan de la plaza de España. Para aliviar la agonía de algunos, favorecer el asentamiento de otros, fijar clientes y generar actividad económica solicitan medidas que activen tanto la hostelería como el comercio.

"Esta calle está dejada de la mano de Dios; le falta vida. El Ayuntamiento no la promociona. Ni en Navidad ni durante las fiestas se acuerdan de ella", señala pesaroso Manuel Mancebo Soto, al frente desde hace 28 años de un bar que "se mantiene de los clientes habituales". Este hostelero no aspira, dice, a recuperar el dinamismo que tuvo su local años atrás, cuando la calle estaba en pleno auge, pero sí a trabajar "para vivir en vez de para sobrevivir".

Entre las propuestas que plantean algunos empresarios figura la recuperación de las fiestas de San Pedro, antaño centradas en torno a la capilla del Santo Cristo de Rivero y San Pedro, recuerda Luzdivina Soto, madre de Mancebo, u organizar fines de semana de saldos, con la calle ocupada por puestos instalados por los propios negocios, sugiere Angelina Requena Tappi, propietaria de una tienda de complementos e incansable demandante de mejoras para Rivero.

Desde su establecimiento en la esquina con la calle Las Artes y junto a otras empresarias, esta mujer dice haber presentado en el registro municipal acciones para atraer público e impulsar el eje comercial . No han prosperado, explica, a pesar de que "al Ayuntamiento les gustó mucho la idea". Requena ensalza la estética de la travesía que discurre entre la casa de estilo barroco que albergó a los ya clausurados cines Marta y María y la coqueta edificación situada en la confluencia con Cervantes, donde se encuentra una farmacia. "La calle cambió mucho; está más guapa, pero no se promueve", destaca para seguidamente dirigir duras críticas hacia la Unión de Comerciantes de Avilés y Comarca (Ucayc). "Hay una desidia tremenda; es un nido de funcionarios. Estamos en manos de gente desfasada que lucha por La Cámara, Galiana y poco más. Rivero necesitaría ser incluida en el programa 'Avilés comercial', algo que no está contemplado", comenta para añadir que "lo poco que hay en esta calle lo conseguimos nosotras, y me refiero a un grupo de mujeres dueñas de diferentes establecimientos".

De la buena relación entre los empresarios de esta arteria salpicada de viejas arcadas y en uno de sus tramos vecina del parque de Ferrera dan buena cuenta los propios autónomos. "Tenemos buena sintonía", asegura Manuel Mancebo Soto. "Unos somos clientes de otros. Debemos apoyarnos y defender el pequeño comercio", comenta Cristina Casado, propietaria de un bar al que incorporó una terraza posterior y que es optimista sobre el futuro de Rivero. "Es cierto que la calle está un poco olvidada y la gente compara la actual situación con la de hace años, cuando estaba de moda, pero que no nos hunda el pesimismo, hay que apostar por hacer que esto cambie".

Para ambientar la histórica calle, paso del Camino de Santiago, esta joven sugiere, además de recuperar la citada fiesta de San Pedro, "traer, por ejemplo, espectáculos de calle". Casado apuesta por las actividades artísticas ya que está estrechamente relacionada con el mundo del teatro; de hecho, su establecimiento acoge exposiciones, actuaciones y diferentes propuestas creativas. "Apostamos por un cambio y creo que actualmente, los negocios pasan por especializarse. Personalmente, intento poner toda la carne en el asador para que los clientes se sientan bien cuando llegan al bar", manifiesta para concluir: "Que no digan que en Avilés no hay nada. Somos muchos los que intentamos mover la ciudad. Creo que hay un cambio de mentalidad y se nota. Seguiremos alimentándolo".

Igualmente esperanzado con la trayectoria comercial recientemente iniciada se muestra David Povedano, gerente de una tienda de alimentación que aún no ha cumplido el año desde su apertura. "Elegí el lugar por el flujo de gente que tiene, pero veo que es una calle de paso entre el centro y la zona de Versalles, Los Canapés... Pocos se detienen", señala para indicar que su proyecto comercial se basa en ofrecer "mercancía de calidad ya que veo que aumenta el número de personas que buscan productos que no se encuentran en el supermercado". Para atender esta demanda selecciona con detalle los proveedores de pan, cereales, fruta, verduras y cuantos alimentos ocupan el establecimiento abierto en abril de 2015 bajo los soportales de Rivero. Por ello tiene como objetivo convertir el comercio en una tienda de proximidad y "no en la de los olvidos", para cubrir una necesidad puntual.

Frente a la visión que ofrecen los hosteleros y comerciantes, en algunos casos optimistas, en otros pesimistas, quienes discurren por esta vía lanzan todo tipo de halagos a la calle que tiene como emblema la fuente de los Caños de Rivero, de principios del siglo XIX. "Yo no la veo muerta; en absoluto. Trabajo aquí y compro aquí", resalta Agri López García. Por su parte, Raquel Riaño Morocho y María Carrizo Menéndez, vecinas del Carbayedo, destacan la belleza del entorno, donde dicen se encuentran negocios tradicionales con productos de calidad a los que acuden vecinos de toda la ciudad.

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