La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"No teníamos dónde ir", dicen los clientes de la primera discoteca para menores

El local controla informáticamente el DNI de los jóvenes y a quienes no han cumplido 18 años sólo les vende bebidas sin graduación alcohólica

Jóvenes, ayer por la tarde, en la primera discoteca de Avilés para menores, que basa su idea de negocio en controlar de forma estricta la venta de alcohol. RICARDO SOLÍS

"La verdad: echábamos en falta un sitio al que ir; en Avilés no hay nada para nuestra edad. O vamos a Oviedo a una discoteca, o damos vueltas por ahí y nos metemos en un burguer", señalaba un grupo de amigas de 15 años, compañeras del instituto Carreño Miranda, en la primera discoteca de la ciudad para menores inaugurada ayer con un lleno total. El local, situado en el paseo de la ría, está dividido en dos zonas, una para mayores de 18 años con una barra que vende bebidas alcohólicas, y otra para jóvenes a partir de 15 años que sólo expende refrescos, zumos o combinados sin graduación alcohólica. Los menores no pueden acceder a la zona de adultos. "No nos fastidia el hecho de no poder beber, pero sí que no haya consumición gratuita con la entrada, que cuesta tres euros", comentó Sandra Menéndez, de 15 años, que junto a su pandilla de amigas acude al nuevo establecimiento "por la novedad" y esperando encontrar "buen ambiente y gente de la misma edad".

Ligar, bailar y, en definitiva, pasarlo bien, era el objetivo de este grupo de jóvenes y de cuantos ayer se dieron cita en el local de ocio que fotografía a los clientes que acceden al interior y controla informáticamente los carnés de identidad. La vigilancia y la seguridad de los menores son una exigencia innegociable, según señala Cristina Rodríguez, portavoz de la empresa que gestiona el establecimiento, que abrirá los sábados de 18.00 a 24.00 horas. Para el control cuenta con cinco porteros -situados incluso en las puertas de los baños- y cámaras que graban las diferentes estancias.

La mayoría de los jóvenes que estrenaron la "sala light" contaban con la autorización de sus padres; de hecho, algunos, sobremanera las chicas, regresaban a casa con sus progenitores, que por la noche acudían a recogerlas. "Nos dejan salir hasta las once y si vamos a Oviedo volvemos a las doce y media", señala Sara Amor, al igual que Nuria Arboleya, Elina Gómez y Sandra Menéndez, maquilladas y esmeradamente vestidas para la noche de discoteca.

A pocos metros de distancia, Laura Rubio, Sergio Muñiz y Pablo Martínez aplaudían igualmente la apertura del local para menores, aunque consideran que la limitación del alcohol no reducirá su consumo. "La gente bebe igual o más", comentaron.

Compartir el artículo

stats