La viabilidad de la principal empresa adjudicataria del transporte público comarcal en autobús, la Compañía del Tranvía Eléctrico de Avilés (CTEA), está en tela de juicio por la caída de pasajeros y la supuesta insuficiencia de las ayudas que recibe la empresa. La primera consecuencia de trabajar con pérdidas ha sido el traspaso, anunciado anteayer, de la concesión para cubrir la ruta Avilés-Trasona-Parque Astur-Candás. Esto es, al menos, lo que argumenta el comité de empresa de la compañía, cuyos miembros aseguran que la CTEA no recibe subvenciones desde hace dos años.

No obstante, en medios municipales avilesinos contradicen tal afirmación y cifran en más de 350.000 euros la cantidad variable que cada año ingresa el Ayuntamiento -ha llegado a ser de casi 400.000 euros- para financiar el funcionamiento del llamado "billete único"; es decir, un dinero que cobra el Consorcio de Transporte de Asturias (CTA), pero que teóricamente acaba depositada en la caja de la CTEA.

El montante económico que sufraga el Ayuntamiento de Avilés en concepto de apoyo al transporte público es equivalente al que reciben las adjudicatarias del transporte público en ciudades asimilables por tamaño a la comarca avilesina, como Huelva, Santiago de Compostela o Cáceres. Según datos del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas referidos a 2015, la red pública onubense de autobuses recibió ayudas por valor de 361.953 euros; la de la capital gallega, 405.812 euros; y la extremeña, 345.598 euros.

El concejal de Servicios Públicos de Avilés, Luis Ramón Fernández Huerga, admite que, en efecto y como recalcan los miembros del comité de empresa de la CTEA, hubo un tiempo durante el que el Ayuntamiento de Avilés entregaba otros 200.000 euros anuales a la empresa, pero aclara que ese pago correspondía a la contraprestación de un convenio que se firmó para que la CTEA diese servicio de transporte a ciertas zonas del concejo que quedaban aisladas, como el tanatorio, el Nodo o Valgranda. "Hace dos años dejó de renovarse el convenio y, lógicamente, el Ayuntamiento dejó de poner el dinero", apunta Fernández Huerga.

Los trabajadores de la CTEA tenían previsto celebrar la pasada medianoche una asamblea para analizar los pormenores del plan con el que la empresa quiere reducir gastos y sentar así las bases de su viabilidad económica. En los próximos días seguirán las reuniones para negociar los términos de todos los cambios a introducir, tanto de índole laboral como organizativo.